El sueño, derecho humano

EDGAR QUIÑONES SEVILLA

El incremento del turismo al balneario de Las Palmas a partir de los trabajos efectuados por resolución del Gobierno Nacional que culminó en mayo de 2017, a petición de la administración municipal de esa época, ha resultado muy beneficioso para todos, con mejora de la economía general y el empleo de mano de obra profesional y no calificada. Se requiere ahora corregir diversos detalles para que la atención a los usuarios alcance la excelencia deseada.

Inicialmente la ancha y hermosa playa en mención contaba con dos fuentes de agua con reflectores en el costado Este de ella, que ahora brillan por su ausencia, sin que se haya otorgado alguna explicación sobre la supresión de esa alegoría. Debe hacerse lo requerido a fin de que tales fuentes vuelvan a operar y prestar el servicio para el que fueron concebidas. En ese mismo sector se construyó un paseo de madera cerca de la playa, el cual ha empezado a destruirse y a provocar accidentes a los paseantes, particular que debe atenderse de inmediato reemplazando el vegetal por hormigón que es de larga duración, a la vez que brinda seguridad a las personas.

En las escaleras de acceso a los restaurantes elevados del sitio, se observa la destrucción parcial de los auxiliares que también requieren reparación inmediata. Siendo muy alta la concentración de personas en la hermosa playa, es menester que se destine una dotación policial acorde con esta realidad, que coadyuve a la conservación del orden y garantice la integridad de quienes llegan a admirar el Pacífico mar y a disfrutar de su saludable clima.

Durante las tardes y noches los lugares de venta de bebidas alcohólicas y varios restaurantes suelen hacer uso de unos equipos de música que se exceden del volumen permisible y causan inconformidad a los habitantes, quienes deben soportar el bullicio hasta el amanecer, sin que la autoridad obligue a cumplir a los propietarios las disposiciones legales.

En muchas ocasiones se ha expresado las quejas al ECU911 enviando hacia el lugar custodios del orden y sirenas que han tocado por largo rato, creando más intranquilidad que la que causan los comerciantes de licor. Es decir, que resulta más perjudicial el remedio que la enfermedad. Seguimos convencidos que el crecimiento de la delincuencia en esta provincia y en las restantes del país se debe -en gran parte- a la falta de custodios del orden en las calles.