Se profundiza en Ecuador el problema sanitario por cadáveres del Covid-19

DOLOR. Con sacrificio, Gilber Angulo logró reunir para el féretro de su madre.
DOLOR. Con sacrificio, Gilber Angulo logró reunir para el féretro de su madre.

El Gobierno estima que en las próximas semanas pueden llegar a registrarse 3.500 solo en Guayas.

Redacción GUAYAQUIL

Jorge Wated, quien tiene a su cargo la Fuerza de Tarea Conjunta encargada de la recolección de cuerpos y sepelios masivos por el coronavirus, aseguró que se están levantando hasta 150 cadáveres diarios en Guayaquil, en medio de la emergencia sanitaria.

Indica que esto viene desde el lunes de esta semana y que a esto se suman los trabajos que realizan las funerarias y cementerios privados del país.

«Los expertos médicos, lamentablemente, nos han dicho y estiman que los fallecidos por Covid-19, en estos meses llegarán a entre 2.500 y 3.500, solo en Guayas. Para eso nos estamos preparando», sostuvo.

Las palabras del también principal de BanEcuador fueron sustentadas ayer por el presidente, Lenin Moreno, quien las replicó.

Y esta realidad se sigue acentuando en las calles. Ayer, Gilber Angulo Peña, oriundo de Barquisimeto, en Venezuela, clamaba por que lo ayuden retirando el cadáver de su madre, María del Carmen Peña, y lo sepulten.

Él, con indignación, contó que ella no falleció por coronavirus, sino por una afección renal que se complicó en medio de la crisis, por falta de atención médica.

82 personas habían muerto hasta ayer en Guayas, según el Gobierno.Angulo, es uno más de cientos de personas que en Guayaquil, están con sus muertos en las veredas o en sus propios domicilios, en espera del recogedor oficial de cadáveres, encargado de llevarlo a una de las sepulturas costeadas por el Gobierno.

Angulo, junto a su hermana Cecilia, al observar a un equipo de Medicina Legal, en el sector de las calles Chile y Letamendi, avanzó hasta ellos y pidió ayuda, pero los uniformados le dijeron que el nombre de su madre no consta en la lista de 90 cuerpos que debían retirar.

Los datos y el miedo

Ayer, se confesó asustado al escuchar las previsiones de muertes que tiene el Gobierno. “Con apoyo de familiares en Venezuela y amigos de acá, pude reunir 900 dólares para el ataúd y el acta de defunción, pero no tengo para enterrarla. En el cementerio Patrimonial me piden $1.300 por un espacio para cuatro años”, anota.

Angulo Peña suelta unas lágrimas, se toma la cabeza y maldice a la pandemia del coronavirus. “Aunque dicen que alguna gente ha quemado a sus seres queridos en la calle, yo no quisiera llegar a eso”, sostuvo. (DAB)

Se replica en Los Ríos

Debido a los protocolos sanitarios para sepultar a las personas que han fallecido por Covid-19, muchos de los cadáveres han tenido que esperar entre dos y tres días en el interior de la morgue de los hospitales de Babahoyo y Quevedo, para ser retirados por sus familiares.

El Municipio porteño anunció ayer que se sumaría a las labores de retiro.Por ejemplo, el babahoyense Óscar Montero habló de una odisea para poder sepultar a su madre de 76 años, quien murió el lunes en el hospital Martín Icaza, con problemas de tipo respiratorio.

Sin embargo, manifiesta que en el acta de defunción se precisó que el deceso fue por coronavirus, lo cual le acarreó una serie de problemas para enterrarla. “Me dijeron que no se podía por el nivel freático. Lo mismo pasó en otros cementerios de Pueblo Nuevo, Pimocha, Mata de Cacao y hasta San Juan. Como me le pusieron que la muerte de mi madre fue por Covid, todas las puertas se me cerraron”, narró.

El alcalde de Babahoyo, Carlos German, dijo que están tratando de dar solución a esta delicada situación. “Al momento tratamos de concretar un convenio con camposanto Parque de la Paz, pero nos encontramos con impedimentos de orden legal”, agregó. (NDA)