Familiares podrán averiguar en línea dónde enterraron a los fallecidos en Ecuador

Un ataúd en los exteriores del hospital Teodoro Maldonado, en Guayaquil. (AFP)
Un ataúd en los exteriores del hospital Teodoro Maldonado, en Guayaquil. (AFP)

Quito, EFE

Los familiares de los fallecidos en el marco de la emergencia por el coronavirus en Ecuador podrán averiguar gracias a una web oficial dónde fueron inhumados sus seres queridos, informó el presidente Lenín Moreno.

A través de su perfil oficial en Twitter, el mandatario ecuatoriano indico que «desde hoy, familiares de los fallecidos podrán revisar en http://coronavirusecuador.com en qué camposanto y nicho reposan sus restos».

Moreno precisó además que 146 compatriotas «tuvieron un sepelio digno» y que las autoridades continuarán esa labor. «Nuestra solidaridad con sus familiares».

Guayas ha sido escenario en los últimos 10 días de una situación dramática por la acumulación de cadáveres en casas, calles, morgues y funerarias que no daban abasto.

Con el nombre del difunto y la cédula de identidad, los interesados podrán averiguar donde fue sepultado su familiar.El Gobierno de Ecuador aseguró este lunes a EFE haber recolectado todos los cadáveres que se encontraban en domicilios en Guayaquil y que esa tarea en la actualidad se demora un lapso de 12 horas desde la notificación de los familiares a las autoridades.

«Ya no hay casos atrasados», manifestó Jorge Wated, responsable de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) destinada para la crisis en Guayaquil, epicentro del brote de coronavirus en Ecuador.

Wated precisó que desde el comienzo de la situación, el lunes de la semana pasada, la fuerza especial del Ejército «ha recogido unos 500 cadáveres de los domicilios» y «entregado unos 480 certificados de defunción que ha permitido que las funerarias privadas puedan trasladar y enterrar más rápido».

En total, desde que se iniciaron la labores en Guayaquil han sido levantados más de 1.300 cadáveres, entre los acumulados en casas particulares, los fallecidos en hospitales y los que fueron recogidos por funerarias privadas.

La crisis se originó por la reducida actividad de los servicios fúnebres, que operaban a un 30% de sus capacidades, en buena medida por el toque de queda de 15 horas decretado para frenar la propagación de la pandemia y el temor a nuevos contagios.