Abusos en tiempos de Covid-19

“Bienaventurados quienes viven la salud personal como un bien muy comunitario; y la salud comunitaria como un gran bien personal. Bienaventurados los técnicos de salud que dialogan más con los enfermos que con los aparatos y las estadísticas. Bienaventurados los enfermeros y enfermeras con corazón en las manos. Bienaventurados los médicos y médicas que empiezan sirviendo a los enfermos y no terminan sirviéndose de los enfermos”.

Estas son algunas de las bienaventuranzas de la pastoral de la salud. El texto señala, también, como bienaventurados a los honestos y eficaces administradores de salud, aquellos que no roban, sino que ganan terreno a la enfermedad.

Es inaceptable y no habrá poder que pueda justificar el abuso y exacción de recursos contra la clase media y los desposeídos a nombre de la crisis. El ministro Richard Martínez deberá responder al país por haber pagado al gigante asiático una parte de la deuda millonaria en plena pandemia cuando debían renegociarse montos y plazos y atenderse prioridades como el desempleo y pagos de sueldos, como lo han hecho otros países.

No habrá respuesta real a la crisis sanitaria si la política económica no entiende, de una vez por todas, que no solo se requiere tener mascarillas y seguir protocolos de salud, sino dejar de afectar la economía de cada una de las familias para encarar esta pandemia.

El populismo y la corrupción no se duelen del desempleo, este Gobierno y el anterior lo vulneraron. Se aseguraron ganancias y explotación aprovechándose del dolor de nacionales y extranjeros para maximizar el lucro y quedar bien con aliados políticos. ¿Es eso solidaridad o responsabilidad?

El alcalde Jorge Yunda y la ministra María Paula Romo deben estar al tanto y actuar de forma inmediata sobre las denuncias de varios quiteños en relación a la que se está tomando a la fuerza casas y edificios del Centro Histórico y de la 10 de Agosto y asaltando a moradores y a camiones proveedores de víveres. En plena crisis, hay quienes sacan ventaja y preparan terrenos de caos mientras otros sanan heridas.