Se van los presos

Indiscutiblemente que las leyes que contiene nuestro COIP fueron hechas por nuestros asambleístas, a la medida, por si acaso tengan que estrenarse cualquiera de ellos, como estamos viendo todos los días debido al positivo accionar de fiscales y policías dirigidos por Diana Salazar, mujer comprometida a controlar el avance desmedido de la corrupción, laborando sin descanso, día y noche para que, ojalá, la mano de la justicia los alcance.

Pues bien, para asegurar la presencia de la persona procesada a una posible pena, el juzgador puede imponer una o varias de las 6 medidas cautelares diferentes a la prisión preventiva, ya que ésta es la última opción por ser muy drástica, y por supuesto, dependiendo de la gravedad del delito. Así tenemos por ejemplo, la prohibición de ausentarse del país, la presentación periódica del procesado ante la autoridad que elija el juzgador, el arresto domiciliario, que no es otra cosa que hacer de su casa una cárcel, con todo servicio, por supuesto. Tenemos también el dispositivo de vigilancia electrónica, que no presta eficaz garantía, otra medida es la detención por 24 horas con fines investigativos, y, en última instancia tenemos la prisión preventiva, la misma que el juzgador utiliza en casos extremos. No se entiende entonces, cómo ciertos jueces permitieron que se vayan libres los presos que sin duda alguna adecuaron su conducta a una serie de hechos criminales denominados ‘delincuencia organizada’, con el pretexto legal de que la libertad es la regla y la prisión es la excepción, sin tomar en cuenta de que dentro de esa excepcionalidad existen parámetros que dicen de la peligrosidad de sus autores al disponerse del dinero que está dedicado por efecto de la pandemia a los más pobres o a la compra de insumos o dispositivos que salvarán vidas humanas; aquellos jueces no pensaron que esos procesados tienen poder de decisión para transferir el dinero del Estado con cualquier motivo aparentemente legal, o que pueden destruir evidencias o acomodar hechos dirigidos a dejar en la impunidad horrendos crímenes. ¿Será difícil ser juez? No amigo lector; el juzgador tiene que reunir mínimas cualidades: Coraje, honradez, pulcritud y sabios conocimientos.

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