Buenos planificadores

Hay aspectos del desarrollo urbano que sin duda no requieren mayor intervención social, por ejemplo, es necesario de dotación de agua potable y no hay objeción, se necesita servicio de alcantarillado y todos seguimos totalmente de acuerdo, las cuales, a más de cubrir las necesidades básicas de las personas, son medidas que benefician también el ambiente ya que racionalizamos el consumo del agua al dotar medidores y mejoramos la disposición adecuada de aguas residuales.

Un nuevo aspecto ya en mesa de planificación es el eje climático, y el desarrollo local también debe considerarlo con la relevancia que el cambio climático exige para el mundo, para esto partimos del diagnóstico provincial de cambio climático y en consecuencia las Estrategias Provinciales de Cambio Climático (EPCC), donde se determina que la ciudad de Santo Domingo presenta un Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático (IVCC) calculado para el año 2030 de 0.97, pronosticando susceptibilidad a la población por causa de inundaciones, erosión y deslizamientos, dado por el aumento de precipitaciones y también olas de calor en la ciudad en consecuencia de incrementos y bajas de temperaturas extremas.

Ahora en contexto, vemos que es necesario intervenir con acciones de adaptación urbana y esto significa mejorar la capacidad de respuesta a estos pronósticos climáticos. Invito a centrarnos en las olas de calor de la ciudad, donde las principales acciones son muy claras: sembrar y conservar los árboles existentes. Es por esto y por nuestro apego a la naturaleza que nos da identidad, que velamos por ella, el Mega parque debe conservar la totalidad del bosque existente, valorando sus beneficios y paisaje que genera, su riqueza es grande y en mantenerlo intacto está la verdadera inversión en el tiempo, solo así hablamos de una acertada planificación.

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