Jóvenes son los más afectados laboralmente

REALIDAD. Expertos afirman que los bachilleres optarán por emprender en lugar de estudiar.
REALIDAD. Expertos afirman que los bachilleres optarán por emprender en lugar de estudiar.

Tras el confinamiento, las empresas prefieren quedarse con personal con experiencia. Contrato por horas podría ayudar.

Israel Medina tiene 28 años y trabajaba como ingeniero de sistemas en una empresa telefónica. “En mayo me despidieron, llevaba tres años en la compañía. Éramos seis en mi piso y nos fuimos tres, los más jóvenes”, dice.

Con la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19, los jóvenes se han visto más propensos al desempleo. Según el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), de marzo a junio, hubo 270.638 desafiliaciones, de las cuales 108.263 (40%) corresponden a personas entre 21 y 30 años.

El sociólogo Diego Altamirano señala que las empresas prefieren quedarse con los empleados de más experiencia. “No se puede negar que se trata de optimización de recursos, como tampoco que esto trae consecuencias sobre el desarrollo profesional de ese sector”.

Falta de experiencia y solución

La falta de presencia laboral impacta sobre la calidad profesional a futuro. “La experiencia es fundamental para el desarrollo de alguien que sale de la universidad. Parte esencial de un perfil profesional son los años ejercidos”, dice Ana María Varela, especialista en Gestión de Talento Humano. Por eso señala la necesidad de incluir mecanismos que ‘amparen’ a los jóvenes.

Varela indica que se podrían implementar salarios diferenciados o contratos por horas. “Es un recurso muy utilizado en Estados Unidos, donde los jóvenes ingresan pronto al mercado laboral”, agrega.

Menos ánimo de formación

Si no hay seguridad laboral, la necesidad de formación académica podría reducirse. “Los jóvenes van a replantearse el ir a la universidad. Pensarán en dedicar esos cuatro o cinco años en emprender, que no está mal, pero no se puede dejar de lado la profesionalización”, añade Altamirano.

Inclusive, sin recursos, los recién graduados tendrán menos oportunidad de cursar maestrías o especializaciones. Y la reconstrucción de la economía, a mediano y largo plazo, no será posible.

Impacto mundial

Los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) proyectan que, durante los meses de confinamiento, el 17% de jóvenes de entre 18 y 29 años se quedó sin empleo a nivel mundial.

270.638 desafiliaciones del IESS hubo desde marzo hasta junio. De esas: 108.263 CORRESPONDEN a personas entre 21 y 30 años.La misma organización detalla que 1 de cada 6 menores de 30 años vive en desempleo. Otros no tienen un trabajo adecuado o generan menos ingresos.

Al igual que los expertos, la OIT indica que la pandemia ha afectado a los jóvenes no solo con la falta de fuentes de empleo, sino también con la educación. (AVV)

Secuelas mentales por falta de oportunidades

La falta de empleo, con el que muchos pagan deudas de créditos de estudio, afecta la salud mental de lo jóvenes en Ecuador.

Un estudio realizado por la Universidad San Francisco de Quito y la Escuela Politécnica Nacional, señala que en los milenial (nacidos entre 1981 y 1998) tienen los índices de depresión y ansiedad son más altos.

La conclusión se basó en el estudio hecho a 3.879 personas y explica que esta población es la que más consultas médicas psiquiátricas ha tenido desde que el coronavirus puso en ‘jaque’ al planeta.