En Quito hay una escuela de meseros que no conocen barreras

EXPERIENCIA. La escuela de formación incluye prácticas en una cafería auténtica.
EXPERIENCIA. La escuela de formación incluye prácticas en una cafería auténtica.

El centro MUYU ofrece una formación profesional a jóvenes con síndrome de Down.

Melani Moya está muy concentrada. Sostiene una bandeja con unos vasos rebosantes de agua. Mantiene la espalda recta y el brazo en la espalda con el puño cerrado y perfectamente cuadrado. En su rostro se eviudencia la confianza que siente en sí misma.

Sus compañeros la contemplan en silencio mientras recorre el lugar sorteando mesas y sillas. Se trata de comprobar la destreza de la futura mesera. Luego de unos instantes de tensión, la prueba finaliza con éxito: no ha vertido ni una gota de agua. Ahora sí, deja soltar una generosa sonrisa.

Ella es una de los 12 alumnos con Síndrome de Down que se forman como meseros en el programa ‘Be Just’ del centro para emprendimiento Muyu – que en kichwa significa semilla-.

Por delante, estos chicos tienen una exigente formación de tres meses que les permitirá obtener un trabajo y ser independientes. Ese camino tiene sus retos. Primero deben superar los niveles de Principiante e Intermedio en un ambiente simulado.

Los chicos disponen de todo el equipo necesario para aprender técnicas de hotelería y de atención al cliente. Para eso disponen de un equipo de profesores voluntarios que les forman en esas disciplinas.

EQUIPO. El equipo de  alumnos y profesores del centro Muyu.
EQUIPO. El equipo de alumnos y profesores del centro Muyu.

Equipo de formación

“Para nosotros los detalles son muy importantes. Nos esforzamos mucho en los modales, en el trato, en el servicio. Aquí solucionamos los temas metódicos para que estén perfectamente preparados para el mundo laboral”, explica Daniel Chilinquinga, uno de los formadores del proyecto.

Luego de superar con éxito la primera fase, los estudiantes pasan al ámbito real: la cafetería galería Muyu, que forma parte de las instalaciones. Se trata de un espacio con una atmósfera elegante, con mobiliario de madera, zona de exposiciones y unas simpáticas administradoras. En el sitio se ofrecen exquisitas tortas, cafés y sánduches.

“Todo esto ocurrió de una manera orgánica y natural. Nosotros abrimos este emprendimiento y quisimos ser también parte del proyecto de integración laboral de los chicos con síndrome de Down. Ofrecen un servicio como otro cualquiera, son correctos y, sobre todo, muy bien formados”, comentan Maribel y Andrea Almeida, propietarias de la cafetería.

PREPARACIÓN. Los jóvenes aprenden a manejar la bandeja y otras técnicas necesarias para la hotelería.
PREPARACIÓN. Los jóvenes aprenden a manejar la bandeja y otras técnicas necesarias para la hotelería.

Responsable

Detrás de este innovador programa, que es gratuito, tan solo tiene el costo de los uniformes, se encuentra José Luis Benítez, director del Centro Muyu y secretario general de la Cofradía de Hoteleros, con 24 años de experiencia en el sector. “Yo tengo un hijo con síndrome de Down. La Cofradía de Hoteleros tuvo la necesidad de crear un proyecto social y yo presenté esta propuesta, ya que tengo la experiencia de haber formado a más de 6.000 personas en el ámbito hotelero”.

Benítez explica que el programa inició en febrero con cuatro chicos. Ahora ya son 12, y tres de ellos ya están trabajando en distintas empresas. “Aquí se les brinda una formación integral idéntica a cualquier otra escuela hotelera, la única diferencia es que ellos necesitan un poco más de tiempo y paciencia”, añade Benítez.

También hay que subrayar que la formación está basada en la malla curricular oficial y al terminar los alumnos obtienen su certificado en competencias laborales, con el registro del Senescyt.

TOME NOTA
Para mayor información y donaciones contactar con el teléfono 22 330 83Normalmente, esta formación dura unas 32 horas, mientras que aquí necesitan 320. Todos los cursos se realizan gracias a voluntarios e ingresos que genera el propio centro Muyu. Actualmente esta organización está en búsqueda de nuevas donaciones o alianzas estratégicas para ampliar el cupo de formación, ya que hay varios jóvenes en la lista de espera.

Benítez cree firmemente en esta iniciativa ya que la Ley les ampara. Existe una obligatoriedad e de inclusión social en la Constitución. De cada 25 trabajadores uno debe poseer algún tipo de discapacidad, con la finalidad de una justa inclusión. Por otro lado los trabajadores deben poseer el certificado de competencia laboral, que ellos obtienen luego de los tres meses de formación.

EL DATO
MUYU centro es una Organización sin Ánimo de Lucro ubicada en la calle Roca E5 33 y Juan León Mera, la cafetería está abierta de lunes a viernes de 8:00 a 20:00. En la cafetería galería Muyu está José, uno de los chicos más aplicados, quien pronto obtendrá su anhelado diploma. Es todo un profesional, controla la bandeja, atiende con educación y esmero, tiene toda la sala bajo control y en breve trabajará y se realizará en lo que más le gusta en este mundo: ser mesero y hacer feliz a los demás. (MAP)