Andar en bus, en auto o en bici, ¿cuál le pesa menos al bolsillo?

Transporte. Es uno de los servicios con mayor demanda.
Transporte. Es uno de los servicios con mayor demanda.

Distancia y tiempo inciden en el ahorro del transporte diario. Evalúe el costo beneficio de cada alternativa.

En promedio, una persona utiliza entre dos y cuatro buses al día para transportarse del trabajo a su casa, ida y vuelta. En función del tiempo, esta misma persona podría llegar más rápido a su destino si viaja en auto o, al contrario, optar por una opción amigable con el ambiente como el usar una bicicleta. ¿Qué opción facilita el ahorro?

La respuesta es más que obvia. Una bicicleta no requiere un gasto diario y lo que cada una requiere en mantenimientos tampoco se compara con el de un vehículo de combustión. Pero en una ciudad como Quito, esta es no es la opción predilecta.

Erika Tinajero es una de las capitalinas que opta por transportarse en bicicletaa todas partes. Desde su casa ubicada cerca del parque Itchimbia a la escuela de su hija, en la avenida Amazonas y Veintimilla; a su trabajo en el centro de Quito, en la Av. García Moreno y Espejo, y de regreso a su hogar.

Ella cuenta que anualmente gasta un promedio de 30 dólares en el mantenimiento completo de su bicicleta. Rubro que para un auto apenas equivaldría a un cambio de aceite cada tres meses, o a casi la mitad de lo que pagaría por un mantenimiento sencillo cada 5.000 kilómetros.

Pero si esta es la mejor opción para el ahorro, ¿por qué apenas 15.000 quiteños –según la Secretaria de Mobilidad- realizan viajes en bicicleta diariamente?

La razón está ligada al tiempo y la distancia. Tinajero admite que poder trasladarse en bici es una ventaja en tramos cortos, porque además evita el tráfico en horas pico y no tiene problemas para hallar estacionamiento, pero para otros usuarios que viven más lejos, esta no sería la mejor opción.

Bicicleta. Varias ciudades cuentan con ciclovías. Es ideal para tramos cortos.
Bicicleta. Varias ciudades cuentan con ciclovías. Es ideal para tramos cortos.

En bus

Carmen Yánez, por ejemplo, vive en el Pomasqui, al norte de Quito, y su oficina queda por el sector de la Av. Naciones Unidad. “Gasto entre 0,60 centavos y 1,10 dólares solo del trabajo a la casa. Y demoro una hora y cuarto en llegar a mi trabajo. A menos que tome un taxi, entonces llego en 50 minutos, pero me puede costar hasta 11 dólares la carrera”, cuenta.

El transporte público en la ciudad tiene un costo de 0,25 centavos dentro de la urbe, pero cuando se trata de tramos más largos como el de Pomasqui, la tarifa sube a 0,30 a 0,35 centavos, según desde dónde se tome el bus.

Por ello, Yánez debe guardar mensualmente un mínimo de 31 dólares solo para el transporte público de su casa al trabajo, sin contar el eventual uso de taxis o el transporte a otros lugares fuera de esta ruta.

Caminar. Las distancias cortas dan paso a la caminata, la cual es ideal para la salud.
Caminar. Las distancias cortas dan paso a la caminata, la cual es ideal para la salud.

En carro

Cuando se cuenta con un auto propio, los gastos varían dependiendo del consumo de gasolina. Javier Andrade conduce un auto familiar y cuenta que destina 15 dólares semanales en gasolina.

“Son unos 60 dólares los que guardo cada mes para lo mínimo en gasolina. Uso el auto para ir al trabajo, pasar retirando a mis hijos del colegio, ir a dejarlos con su abuela; luego, al final del día los voy a retirar y regreso a casa”, cuenta.

Contando con los gastos de mantenimiento que requiere un auto, Andrade guarda un 10% de sus ingresos mensuales para su auto. “Son como 100 dólares que no siempre gasto, pero si me sobra un poco lo guardo para cuando toca cambiar aceite, cambiar filtros y reparar cualquier daño, cuando toca”, dice.

Considere

Esteban Vargas, experto en finanzas personales, comenta que dependiendo de las necesidades de cada persona, siempre es necesario que una parte de los ingresos mensuales se reserven para el transporte.

15
mil personas ocupan bicis como medio de transporte usual en Quito.“Así como lo más recomendable es que no se destine más del 33% de los ingresos mensuales para vivienda, cada persona debe hacer las cuentas de cuanto necesita a diario para movilizarse de una lado a otro y tenerlo en consideración”, cuenta.

Respecto al porcentaje necesario prefiere no dar un porcentaje. “No va a gastar lo mismo una persona que vive en los valles, que una persona que vive en el centro de la ciudad”, recalca.

Para el experto, el ahorro en transporte también genera otros rubros indirectos para la persona. “Si una persona deja de trabajar una hora porque prefiere viajar en un transporte más ecológico, está bien, pero quizás habría que analizar cuánto le representa esa hora de trabajo en sus ingresos. Puede que en su trabajo pueda permitirse esa libertad, pero no deja de ser una hora que no está produciendo”, manifiesta. (LGP)