Las plataformas digitales ofrecen anonimato, envíos a domicilio y discreción.
Como el sexo sigue siendo un tabú en Ecuador, los espacios dedicados al erotismo aún se mantienen en espacios escondidos de centros comerciales o en almacenes de bajo perfil en otros sectores de la ciudad. Cuando alguien sale de una de estas tiendas lo hace a paso rápido, ocultándose. Lo hace cómo si hiciera algo malo.
Frente a esta realidad, los negocios de venta on line ganan terreno. Esto, porque ofrecen el anonimato que se obtienen al hacer la compra desde casa. A este factor se suma el de los precios que se manejan en uno u otro caso. Una tienda digital no paga alquiler, electricidad o empleados, por lo que puede ofrecer productos más convenientes. También es un servicio muy útil para los quienes no viven en las grandes ciudades, ya que ofrecen entrega a domicilio.
Visitas versus ventas
En los últimos años varias páginas de catálogo de productos eróticos han aparecido en Ecuador. Nicolay Pino es el dueño de 12 sex shops en el país, además del portal www. vidaerotik.com: “Es un mercado que todavía tiene que madurar y expandirse mucho. Estamos 10 años atrás en comparación con países como Colombia o España, donde estas plataformas son muy habituales. Aquí todavía cuesta mucho”.
La principal problemática que existe, según explica Pino, es la falta de confianza a la hora de los pagos. “Recibimos unas 2.000/2.500 visitas mensuales, pero la mayoría no compran, tan solo visitan y seleccionan. Eso se debe a que tienen miedo a que no les llegue el producto o que se les vaya a estafar, hace falta un tiempo de confianza en el pago digital”.
Pagos
Como ocurre en otras plataformas digitales, las de productos eróticos ofrecen varias y sencillas formas de pago. Una de ellas es Paypal, que ofrece garantía 100% seguridad, la otra es por depósito bancario, sin embargo muchos prefieren hacer la compra personalmente, por la desconfianza que tienen ante otros sistemas.
EL DATO
Los productos que se comercializan en el país generalmente provienen de EE.UU. y China.Isabel Aguilar, una joven estudiante de 19 años, quien desde hace unos meses acude puntualmente a un sex shop del centro comercial El Espiral confiesa que le gusta ver de cerca los productos y novedades. Cuando tiene alguna duda consulta con la vendedora.
“El público de nuestra tienda es muy variado, vienen tanto hombres como mujeres, también parejas, en su mayoría heterosexuales, pero también homosexuales. Creo que cada día hay menos miedo, ahora es más normal. Los hombres acostumbran a solicitar retardantes, los más mayores pastillas para dar brío en la relación, las mujeres solicitan más dildos y vibradores”, explica la responsable del local.
Variedad
Otra página muy didáctica es www.susdeseos.com, la cual posee una tienda en la República de El Salvador y Naciones Unidas, en el edificio La Mansión Blanca. Lo que comenzó como una tienda de lencería seductora terminó como sex shop por la persistente demanda de los clientes. “Llevamos dos años con la página web y estamos muy contentos. Día a día va creciendo. Funciona muy bien porque da muchas facilidades. Muchos de nuestros clientes no viven en Quito, nosotros se lo enviamos en un plazo de unas 48 horas, también es muy práctico, con fotografías que ilustran y explicaciones de cada uno de los productos”, comenta Patrick Multoon, dueño de la empresa.
Los mismos patrones se repiten en otras webs como sexshop.com.ec www.hotdigitaladultsotre.com. Son páginas con secciones para hombres, mujeres y parejas, con un amplio espectro de productos que van desde la ropa erótica a vibradores y dildos, hasta lubricantes íntimos, estimulantes o aceites para masajes. Los productos se promocionan con el precio etiquetado y una breve explicación acerca de su uso. Todas las páginas explican que la mercancía se envía siempre en embalajes discretos, para que nadie tenga que vivir una situación embarazosa. (MAP)