Una vida coleccionando antigüedades

Novedades. En el interior del taller se encuentran cientos de objetos de cerámica, vidrio, madera y hierro.
Novedades. En el interior del taller se encuentran cientos de objetos de cerámica, vidrio, madera y hierro.

Moisés Morales, de 58 años, vive rodeado de tuercas, monedas, cámaras de fotos, filmadoras, reverberos, proyectores de películas, llaves, candelabros, marcos para cuadros, cocinas antiguas, muebles, baúles, cómodas, barriles….
En su taller de antigüedades, que está a un costado de la vía que une a Cumbayá y Tumbaco, pasa el día lijando maderos, puliendo objetos de bronce o limpiando las ‘reliquias’ que ha conseguido en sus recorridos. Su trabajo consiste en refaccionarlas y venderlas.

Como anédota cuenta que el expresidente de la República, Oswaldo Hurtado, el expresidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, el empresario Blasco Peñaherrera y otros grandes personajes del país lo han visitado para solicitarle monedas y otros objetos antiguos como esas llaves con las que se aseguraban las puertas de las haciendas.

Uno de los tesoros que cuida con celo es una cocina que asegura perteneció a una familia que vivía en la hacienda Chillo Jijón. Es negra, tiene compartimientos para colocar leña y las hornillas son de bronce.

En la entrada de su espacio de trabajo hay un baúl antiguo, que está adecuando para que funcione como un bar. Dice que cuando esté listo, lo venderá a unos 250 dólares. Es una hermosa pieza que se podría colocar en una sala.

Como buen acumulador de cosas, también suele jugar con sus reliquias. Utiliza las filmadoras antiguas y cámaras para captar imágenes de lo que está en su entorno, simula ser reportero y aplasta todos los botónes que encuentra.

Cuando alguien llega a su morada es un gran anfitrión. Para él, todos los visistantes son importantes. (PSD)