Resaltar el lado más femenino, elegante y sensual de la mujer es lo que se logra con la fotografía boudoir. Este término, que proviene del francés ‘tocador, se usaba para describir la habitación en la cual las mujeres de clase alta se bañaban y vestían. Los seguidores del Marqués de Sade conocien bien este espacio de intimidad…
Las fotografías de este estilo recogen momentos íntimos de la belleza. Las modelos son mujeres muy naturales, que usan lencería y se mantienen totalmente ajenas a la cámara fotográfica. El resultado: composiciones muy espontáneas en las cuales se busca insinuar más que enseñar.
La locación suele ser el dormitorio de una casa particular o la suite de un hotel. En este caso, fue en el Marquíz Hotel Boutique, en La Mariscal.