San Antonio avanza como una parroquia inclusiva

Beneficiarios. Aproximadamente 280 personas de San Antonio de Pichincha tienen algún tipo de discapacidad.
Beneficiarios. Aproximadamente 280 personas de San Antonio de Pichincha tienen algún tipo de discapacidad.
Beneficiarios. Aproximadamente 280 personas de San Antonio de Pichincha tienen algún tipo de discapacidad.
Beneficiarios. Aproximadamente 280 personas de San Antonio de Pichincha tienen algún tipo de discapacidad.

Todas las construcciones de esta población deben garantizar la accesibilidad universal.

Tras confirmar que en la parroquia hay un 4,5% de habitantes con algún tipo de discapacidad. El Gobierno Autónomo Descentralizado de San Antonio de Pichincha decidió dar respuesta a esta realidad, creando espacios a los que todos puedan acceder.

Así, a través de una política pública, alineada a la normativa INEN 2241, se decidió que los espacios tangibles e intangibles de la parroquia deben adaptarse a las personas con discapacidad.

Álex Troya, presidente del GAD de San Antonio, espera que este modelo de gestión marque un precedente para otras parroquias rurales del Distrito. Para él, no se trata de adaptar lugares sino de “humanizar espacios”, lo cual se logra no solo con infraestructura sino cambiando la mentalidad de la gente frente a una persona con discapacidad.

600.000
visitantes al año recibe San Antonio de Pichincha.En adelante, las entidades públicas y privadas, que construyan en San Antonio, deberán hacerlo rigiéndose a la política pública presentada el pasado 26 de octubre, cuando se declaró a San Antonio de Pichincha como la primera parroquia rural inclusiva del país. Este acto se cumplió con el aval del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis).

En la normativa se dictamina que todo inmueble debe tener áreas de libre acceso, además de emplear a personas con capacidades especiales.

Troya hace hincapié en que las políticas de inclusión están dirigidas también a diferentes sectores vulnerables, entre esos, los adultos mayores con quienes se realizan talleres y capacitaciones junto con jóvenes del voluntariado de acción social. “Generar espacios amigables constituye una mejor calidad de vida para locales y turistas”, acota. (AVV)

Reconstrucción. Este año se terminaron las adecuaciones del parque Unasur. Convirtiéndose en un espacio de acceso inclusivo.
Reconstrucción. Este año se terminaron las adecuaciones del parque Unasur. Convirtiéndose en un espacio de acceso inclusivo.

Espacios verdes de libre acceso
° Una de las primeras obras del proyecto de espacios inclusivos de San Antonio es el parque Unasur. Ahí se implementaron rampas y barras de apoyo que facilitan el acceso para quienes tienen movilidad reducida.

Edith Jácome, moradora del sector, dice que los cambios hechos en el parque benefician a todos. Pues antes, las veredas eran demasiado altas. “Para la gente en silla de ruedas o con coches de bebés era difícil entrar”, afirma.

Este punto de la parroquia es visitando con frecuencia por lo que se priorizó su reestructuración.

Dentro del proyecto de áreas verdes de fácil acceso también se inició la construcción del parque de La integración (calles Reina de Quito y Huasipungo). El espacio destinado al entretenimiento y la recreación se hizo donde antes había una quebrada.

La calle 21 de Marzo es otra de las obras que empezarán este año. Con mil metros de largo, la vía será 100% inclusiva, pues contará con rampas y veredas pensadas en el bienestar de personas con discapacidad visual. Además, se implementarán espacios para peatones y ciclistas.

Espacios. Las puertas y pasillos son amigables para quienes tienen movilidad reducida.
Espacios. Las puertas y pasillos son amigables para quienes tienen movilidad reducida.

Centro de salud 100% inclusivo
° El concepto de inclusión llegó a San Antonio de Pichincha en 2016, con la construcción del Centro de Salud que lleva el nombre de la parroquia y que ha sido calificado como 100% inclusivo por el Ministerio de Salud.

Edificado en una sola planta, cuenta con puertas de acceso que miden 1 metro y 10 centímetros de ancho, lo que permite el fácil ingreso de las sillas de ruedas. Los baños, las sillas, y las cerraduras se adaptan a las medidas que establece la normativa. Además, el personal encargado de la atención al público acude a capacitaciones en las que aprenden a guiar a las personas con discapacidad visual o auditiva.

Los niños de la parroquia reciben estimulación temprana y terapia de lenguaje. Los adultos mayores pueden acceder a terapia ocupacional, lo que les ayuda a reintegrarse a las actividades cotidianas, especialmente luego de haber sufrido un accidente que haya provocado discapacidad física, cognitiva o sensorial.

EL DATO
San Antonio de Pichincha es la primera parroquia rural del país en establecer una política pública. El Centro de Salud San Antonio de Pichincha también funciona como punto calificador de ocho parroquias aledañas: Puéllaro, San José de Minas, Chavezpamba, Perucho, Malchingui, Atahualpa, Calacalí y Pomasqui. Si una persona de esos sectores necesita un certificado de discapacidad deben acercarse a este punto.

Luego de la valoración del equipo médico se entrega el certificado o se realiza el trámite correspondiente para que puedan obtener el carné de discapacidad.

Una vez al mes, el personal del centro de salud, junto con las unidades operativas, acude a cada una de las parroquias para dar atención a quienes no puedan movilizarse y necesitan ser valorados para, posteriormente, determinar su grado de discapacidad.

Luis Dueñas, administrador del Centro de Salud San Antonio de Pichincha, asegura que el beneficio para la población es enorme, ya que el centro impulsa, también, charlas de educación sexual y prevención para los jóvenes.