Quito tiene un ‘Espacio positivo’ para hablar del VIH

ATENCIÓN. Alexander Orozco es el voluntario que recibe a los jóvenes en el ‘Espacio positivo’.
ATENCIÓN. Alexander Orozco es el voluntario que recibe a los jóvenes en el ‘Espacio positivo’.

“No te vas a morir”. Alexander Orozco insiste en que “de esto no te mueres”. Habla del VIH, el virus que causa el sida. Dice que hay que quitarle la etiqueta de enfermedad, vencer el miedo y empezar rápido con un tratamiento antirretroviral. Ese es el primer mensaje, el más importante, que tiene para quienes llegan al ‘Espacio positivo’.

Cada martes y jueves, de 10:00 a 12:00, Orozco espera en el consultorio con la puerta abierta. Tiene 23 años, es voluntario de la Red de Adolescentes y Jóvenes Positivos del Ecuador (Redecuj) y, en esa oficina del tercer piso de la Secretaría de Inclusión Social, ha comenzado a derribar mitos.

Aquí se puede preguntar todo acerca del VIH con la seguridad de que cada caso es confidencial. No es necesario decir el nombre, ni siquiera en la entrada del edificio.

La atención es gratuita y la información que se entrega ha sido recopilada por Andrés Jaramillo y los miembros de Redecuj, desde 2013. No se realizan pruebas ni se administran medicamentos, pero se dirige a las personas a las instituciones correspondientes.

La idea es que en este sitio, los adolescentes y jóvenes hablen con alguien que ya pasó por el proceso, que puede guiarlos y decirles: “No estás solo luchando contra el océano”. Orozco lo afirma con seguridad, pues entiende que al inicio es difícil porque hay que superar el “espacio de luto” y dejar a un lado el sentimiento de culpa.

Una vez que la persona lo asimila y cuenta con el apoyo de sus familiares, solo queda dirigirse a la Unidad de VIH, del Ministerio de Salud Pública, para acceder a las medicinas. Para explicarlo fácil, el voluntario dice que lo que hace el tratamiento con antirretrovirales es cerrar las puertas de la fábrica y dejarlas resguardadas.

Así, les explica a quienes llegan que la expectativa de vida de las personas con VIH es exactamente igual a la de la población en general. Pero, para llegar a este punto, recuerda que muchos pacientes tuvieron que morir en todo el mundo a causa del desconocimiento y el estigma que ha acompañado a la condición médica, desde que se la identificó en los 80’.

Acciones positivas
A pesar de que ya existen iniciativas de organizaciones relacionadas con la prevención y el diagnóstico del VIH, ‘Espacio positivo’ es el primero que está en una entidad del gobierno local. Fue posible porque, en 2016, Quito se suscribió a la ‘Declaración de París sobre la Acción acelerada para poner fin a la epidemia del sida’.

35
millones de personas han muerto con VIH en el mundo, según la OMS.Eso ha permitido que puedan implementarse diferentes estrategias. César Mantilla, secretario de Inclusión de Quito, explica que el proyecto es parte de toda una propuesta que genera política pública para la población que vive con VIH.

Actualmente, Quito es la segunda, después de Guayaquil, que concentra el mayor número de casos registrados. Según ONU-SIDA, el 25% de quienes han sido diagnosticados vive en la capital.

A las acciones con la Redecuj, se sumó también el Plan de Trabajo para el año 2018, que se creó con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa). Dentro del programa se incluyen capacitaciones a personal de las dependencias municipales, y a jóvenes de la casa ‘Saber pega full’ y de la administración zonal Quitumbe.

“Hemos hablado de todo con nombre y apellido”, dice Mantilla, quien asegura que en los últimos años se han derribado barreras que parecían difíciles de superar. Se han abordado temas de la comunidad Lgbtiq (Lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex y queer), personas en movilidad humana, mujeres, naturaleza y otros. (PCV)

Destruir los estigmas

TOME NOTA
La Secretaría de Inclusión Social está ubicada en la calle Jorge Washington y Amazonas. También puede comunicarse al número (02) 395 2300 ext. 24303. ° Para entender las fases del VIH y el sida, es necesario saber que el virus afecta al sistema inmunológico. Lo que hace es atacar los linfocitos de la sangre, conocidos como CD4. Alexander Orozco lo explica con detalle y dice que cuando una persona adquiere el VIH, este puede pasar desapercibido por al menos tres años, dependiendo de la condición física de la persona.

El número normal de CD4 en la sangre es superior a 800 pero cuando esto disminuye, por efectos del virus, y llega hasta 200, se considera una etapa del VIH. En el momento en que baja de 200 es fase Sida pero, aún ahí, la situación no es sinónimo de muerte.

Con el tratamiento, en tres meses, una persona puede volver al rango normal y continuar su vida por muchos años.