La aventura le aguarda en ‘Arqueologías de la memoria’

ROLES. El primer pabellón están los posibles descubrimientos arqueológicos que habrá en el  futuro.
ROLES. El primer pabellón están los posibles descubrimientos arqueológicos que habrá en el futuro.
Reliquias. Más de 200 muestras originales se presentan en esta exposición.
Reliquias. Más de 200 muestras originales se presentan en esta exposición.
INICIATIVA. La realidad aumentada es una de las apuestas de la exposición para impartir historia a través de la arqueología.
INICIATIVA. La realidad aumentada es una de las apuestas de la exposición para impartir historia a través de la arqueología.
INTERACCIÓN. Los visitantes pueden palpar y utilizar réplicas de ocarinas, silbatos, vasijas o figuras ceremoniales.
INTERACCIÓN. Los visitantes pueden palpar y utilizar réplicas de ocarinas, silbatos, vasijas o figuras ceremoniales.

El museo Weilbauer pone a disposición del público una exposición en la que tocar forma parte de aprender.

¿Qué encontrarán los arqueólogos del futuro si estudiaran la sociedad actual?. Ollas de metal, teléfonos celulares, plástico, restos de teclados o monitores de computadoras. Esos y otros artefactos quizá se presentarían como grandes “descubrimientos arqueológicos y reflejarían cómo fue nuestra cotidianeidad o qué utilizábamos diariamente para vivir”.

Es así como cada guía inicia el recorrido por la exposición ‘Arqueologías de la memoria’, en el museo Weilbauer, dirigido por la Pontíficia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

Esta exhibición especial, presentada por los 30 años de funcionamiento del museo, estará abierta gratuitamente hasta el 12 de febrero en el ‘hall’ central del Centro Cultural de la PUCE.

Escenario
Al ingresar en el primer pabellón, huesos ficticios reciben al público formando una especie de pasadizo. Allí, objetos como cafeteras, electrodomésticos, celulares y ordenadores hacen que el visitante asuma el papel de un arqueólogo del futuro.

Más adelante le esperan 200 piezas arqueológicas originales de las diferentes culturas que habitaron las distintas regiones del país. En medio de ese escenario se destaca la incorporación de herramientas interactivas para potenciar el interés y el aprendizaje de temas históricos en quienes visitan la muestra.

Además de las piezas que se exhiben, también hay zonas donde se aplica la realidad aumentada, con trabajos elaborados por estudiantes y áreas con réplicas fabricadas por artesanos tradicionales. Estas son las que se pueden tocar.

400
visitantes, aproximadamente, recibe el museo Weilbauer mensualmente. Figuras rituales, herramientas, materiales de ensamble, vasijas, ocarinas y hasta silbatos se incluyen en el pabellón, donde está prohibido no tocar. Ahí los visitantes tienen, necesariamente, que ponerse en los zapatos de las personas de las comunidades antiguas y observar, palpar o hasta utilizar cualquiera de los implementos que hay alrededor.

Ricardo Viteri, director del museo, manifiesta que el objetivo es generar un ‘juego de roles’, que permita a las personas comprender mejor qué es la arqueología, poniéndose en los zapatos tanto de los profesionales como de la sociedad de la etapa histórica a estudiar.

“Algunas personas tienen la idea de que la arqueología es, básicamente, buscar y encontrar figuras artísticas de culturas pasadas. Sin embargo, no se comprende la importancia histórica y la cantidad de información que dan estos descubrimientos. Es una forma de conocer cómo vivían las civilizaciones antes de nuestra era”, comenta.

EL DATO
La muestra estará abierta hasta el 12 de febrero.Mateo Chiriboga, de 18 años, se decidió a visitar la exposición. Tras realizar el recorrido, destacó que la libertad de poder tocar e interactuar fue una de los puntos que más le interesó de esta muestra. Recomendó, asimismo, a quienes estén “interesados por saber de nuestro origen” a asistir a la muestra.

Otra de las visitantes fue Doménica Vinueza, de 18 años. Ella estudia comunicación en la PUCE. Pese a que no es parte de su carrera, se interesó por visitar la exhibición “para ver un poco de la riqueza arqueológica que tiene el país”.

Su experiencia, según explica, fue una de las mejores en museos, ya que “se puede relacionar directamente con la historia. Sentirte parte de ella”.

Apoyo de la academia
La iniciativa, más allá de la divulgación histórica, también se presenta como una plataforma de conocimiento histórico para la sociedad.

EL DATO
Para informarse de las demás actividades complementarias como talleres, foros o eventos ingrese a la página de Facebook ‘Museo Weilbauer’.Érika Vargas, directora del Centro Cultural de la PUCE, sostiene que es elemental que, desde la academia, existan este tipo de iniciativas que involucren más al ciudadano en el conocimiento, más aún histórico.

“Si bien las piezas que se exponen en el museo son propiedad del Estado, es nuestra responsabilidad resguardarlas y ponerlas a disposición de la ciudadanía”, explica.

Destaca, además, que la propuesta también ha funcionado como un espacio para que estudiantes de esta rama practiquen y se relacionen con las personas de a pie.

“Ellos ejercen como guías del museo, como parte de sus prácticas. Esto también les da una visión de cómo es percibida su profesión y cómo trabajar en pro de la sociedad”, cuenta.

Ella invita a las personas que quieran formar parte de esta experiencia a visitar la muestra. Además, destaca que como parte de las actividades complementarias, desde este sábado, se organizarán recorridos teatralizados gratuitos, con previa inscripción, con la colaboración de ‘Quito Eterno’. (ECV)

FRASE

La arqueología no es solo para los arqueólogos”. Érika Vargas, presidenta del Centro Cultural de la Puce.