Marcas del crimen organizado en el norte de Esmeraldas

Cátedra. Michel Lapierre (chileno) y Aguasantas Macías (española) mantuvieron un conversatorio en la Universidad Politécnica Salesiana de Quito.
Cátedra. Michel Lapierre (chileno) y Aguasantas Macías (española) mantuvieron un conversatorio en la Universidad Politécnica Salesiana de Quito.

Libro se enfoca en la problemática humana, ambiental y productiva de la provincia.

En los últimos 50 años se han intensificado las extracciones mineras en el norte de Esmeraldas, con secuelas alarmantes como el crimen organizado.

Este dato arroja la obra ‘Extractivismo (neo) colonialismo y crimen organizado en el norte de Esmeraldas’, de los investigadores y catedráticos Michel Lapierre (chileno) y Aguasantas Macías (española). Una investigación holística e integral sobre las distintas problemáticas, sobre todo de los cantones San Lorenzo y Eloy Alfaro.

Se deduce que ha desaparecido el 50% del bosque natural, un tercio de la zona está gravemente destruidos por la irrupción minera y el 70% de la tierra cultivable está en manos de palmicultores. Además, casi el 40% del territorio ancestral afrodescendiente ha sido desposeído por estas actividades.

Neocolonialismo y violencia
En la presentación del libro en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) en Quito, el 13 de este mes, Michel Lapierre habló del colonialismo que sucumbió en el siglo XIX, pero también del neocolonialismo en la ‘Provincia Verde’.

Mencionó, incluso, que después de la independencia, “el Estado ecuatoriano cedió espacios geográficos de Esmeraldas y otras zonas del país a empresas inglesas”. Esto como pago de la deuda externa inglesa que sirvió para financiar las guerras independentistas.

Varias compañías madereras y palmicultoras se han asentado en estos 50 años (desde 1960). Los diferentes gobiernos, con leyes, normas y reglamentos, han dado lugar a la presencia de actividades legales e ilegales en varias zonas del país.

El expresidente Gustavo Noboa (2000-2003), por ejemplo, tomó decisiones sobre los bosques protectores con fines agroproductivos.

El 8 de agosto de 2002, Noboa emitió el decreto ejecutivo 2691, en el que se designó para uso agrícola, un polígono de 50.000 hectáreas (ha) en el cantón San Lorenzo. De esa superficie, 5.000 ha son de patrimonio forestal del Estado ecuatoriano; más de 5.000 ha eran tierras ancestrales afroamericanas; y más de 1.000 ha de tierras indígenas Awá.

Más de 400.000 hectáreas han sido deforestadas en esta parte de la provincia, una de más atrasadas del país.

Como fenómenos de explotación del neocolonialismo a lo largo de la historia, según el texto, constan: secuestros de población, esclavitud, servidumbre, concertaje, desplazamiento de población y el actual trabajo agrícola precarizado.

Labor. Los investigadores extranjeros trabajaron durante nueve años para estructurar la obra.
Labor. Los investigadores extranjeros trabajaron durante nueve años para estructurar la obra.

Secuelas de la minería
Aguasantas Macías considera que la actividad minera toma auge a partir de 2008, con la presencia de por lo menos unas 200 mineras ilegales, sobre todo en 2011.

La contaminación ambiental de la minería en el norte de Esmeraldas es un tema latente. Según los investigadores, unas 90.000 personas consumen agua contaminada. “Los riesgos de salud son alarmantes y deben ser investigados”, señala Macías.

“Los empleos de las actividades extractivistas son extremadamente precarios, con salarios mínimos, muchos informales (especialmente la minería y la extracción forestal), sin seguridad social por largos años”, se resalta en la obra.

Riesgos e inseguridad
Los autores de la publicación señalan que el crimen organizado en el norte de Esmeraldas está englobado en aspectos como el narcotráfico, tráfico de personas, lavado de dinero y minería ilegal.

“Se han conocido casos de desapariciones, torturas y asesinatos”, manifiestan. La influencia de Colombia en distintas áreas es notoria, principalmente relacionadas con las inversiones en la minería local.

“La importancia del suroccidente de Nariño para las economías ilegales y el conflicto armado en Colombia permite entender la magnitud de la participación de los grupos criminales como grandes inversores en economías ilegales del note de Esmeraldas”, dicen los investigadores.

Esto incluye narcotráfico, minería ilegal, tráfico de precursores y de combustibles, lavado de dinero, extorsiones y vacunas, sicariato, servicio de seguridad de grandes empresas y trata de personas.

Michel Lapierre y Aguasantas Macías están radicados en el país y colaboran con investigaciones para la Universidad Católica del Ecuador, sede Esmeraldas. (SE)

Atentados y muertes
° Michel Lapierre considera que los atentados contra un cuartel policial, así como el secuestro y asesinato de tres trabajadores de prensa en marzo y abril de 2018, tienen raíces geopolíticas (Chocó Biogeográfico), en las que la violencia en esta zona está ligada al crimen organizado, que va más allá del narcotráfico, el lavado de dinero, el tráfico de armas, etc.

Obra completa, según John Antón
° En criterio del antropólogo John Antón Sánchez, catedrático del Instituto de Altos Estudios del Ecuador (IAEN), “esta obra es la más completa que en su campo se ha escrito sobre las problemáticas ambientales, forestales y socioétnicas de la subregión norte de Esmeraldas”.

Antón, quien es el autor del prólogo del libro, también intervino en el conversatorio de la UPS. “La clave a mi parecer es la revelación de que esta especie de capitalismo depredador de Esmeraldas y sus riquezas culturales, ambientales y naturales han causado una vulnerabilidad expresada en desequilibrios entre actores sociales, clases y grupos de poder en constante conflicto”.

Trabajo en territorio
° Para la investigación, los sociólogos y antropólogos extranjeros recurrieron al material bibliográfico de autores nacionales y extranjeros, así como estudios científicos sobre varias áreas, trabajo de campo y diálogo directo con la comunidad. El proyecto duró nueve años.