Una de las 100 líderes del futuro en biotecnología es ecuatoriana

LABOR. Guamán trabaja como docente investigadora en el Centro de Investigación Biomédica de la UTE.
LABOR. Guamán trabaja como docente investigadora en el Centro de Investigación Biomédica de la UTE.

A sus 33 años, la científica cuencana Linda Guamán está en la lista de los 100 líderes del futuro en biotecnología de la Global Biotech Revolution. La entidad fue fundada por la Universidad de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT).

La docente habla del reconocimiento, sus planes y los desafíos de las mujeres en la ciencia.

¿Por qué ser biotecnóloga?
De hecho, soy ingeniera en alimentos. Es un poco extraño porque, en general, los ingenieros en alimentos no se perfilan para hacer investigación en biotecnología. Al terminar la carrera hice una maestría en Microbiología en la Universidad San Francisco de Quito, luego un doctorado en la Universidad de Sao Paulo (Brasil) y en la Washington University (Estados Unidos).

¿Cuándo nació su gusto por la investigación?
Tuve un referente femenino en la Universidad del Azuay, hace una década: Marielena Cazar, la primera PhD de la facultad.

Fui a una charla y me encantó. Con ella hice mi tesis y descubrí que quería investigar. Si no fuera por la doctora Cazar, no estaría aquí. Ella me direccionó.

¿Por qué es importante la Biotecnología?
Tiene aplicaciones diversas. Permite solucionar diferentes problemas de la humanidad. Desde el cambio climático, hasta la producción farmacéutica con fines terapéuticos. En el área de alimentos, influye en el desarrollo de nuevos productos.

¿Qué pasa en Ecuador?
No tenemos un amplio desarrollo. Cualquier cosa que hagamos en Biotecnología es importante para que la gente vea la aplicación y que los chicos que quieren estudiar vean que hay muchísimas cosas por hacer, que es un mundo por explorar.

La Biotecnología en Latinoamérica tiene subrepresentación por las limitaciones tecnológicas y monetarias.

¿Cómo llega a ser una de las 100 líderes en Biotecnología del mundo?
La Global Biotech Revolution, cada dos años, escoge 100 personas que considera que son líderes del futuro en Biotecnología. Las pone en contacto con los líderes actuales. Organiza una semana de talleres con expositores y conferencistas, entre esos, ganadores del Premio Nobel.

Hay 20 grupos de cinco personas. Además, concursamos entre nosotros. A cada grupo se nos asignó un reto. En el mío fue producir proteínas y alimentos que no sean de origen animal, sino vegetal, ya que uno de los problemas que causa efecto invernadero es el ganado vacuno.

¿Qué pasa después?
De estas 20 propuestas se escogen cinco, que se presentan en junio, en el congreso. Ahí se escogerán tres ganadores que recibirán un capital semilla.

¿Hay otros latinoamericanos?
Están Brasil y Argentina. Pero, en general, la mayor parte va de Europa y Estados Unidos. La Global Biotech Revolution, desde que comenzó esto en 2014, ha buscado diversidad. 100 personas de 43 países es bastante.

¿Cómo fue el proceso?
Ellos abren una convocatoria entre octubre y noviembre. Se debes escoge, entre seis opciones, un problema que se pueda solucionar con biotecnología y desarrollar una propuesta.

La aplicación es larga. Además de enviar la hoja de vida, se debe responder un montón de preguntas. No solo de la parte científica, también de la económica, porque la idea debe ser tangible. Se debes explicar cómo se vendería el producto. Tuve una entrevista de 15 minutos por Skype. Hablé de mi propuesta y su impacto. La notificación me llegó en febrero.

¿Cómo recibió la noticia?
Estaba muy contenta, porque mandé mi aplicación faltando cinco minutos para el cierre de la convocatoria. Sabía que todo se iba a definir en la entrevista. Me siento contenta porque voy a conocer gente de la que he leído libros y que es referente. Además, por las conexiones que voy a poder hacer.

¿Qué implica esto para una científica?
Hablando de un nicho más pequeño, como son las mujeres, es importante que lo hagamos. En general, la representación siempre es masculina; y es bueno, para las niñas y chicas que quieran hacer ciencia, ver que esto no está restringido únicamente a hombres, a pesar de que la mayoría de premios Nobel, rectores y decanos de universidades lo son.

¿Actualmente en las facultades hay igualdad de género?
En la parte de (carreras) biológicas los alumnos son mitad y mitad, es bastante equilibrado. El problema antes era el acceso de la mujer. Ahora, el problema es cuántas hacen maestrías, doctorados. Ahí van disminuyendo por la maternidad, el estereotipo de que la mujer no salga o que, si se casa, no estudia.

¿Y los cargos directivos?
Las investigadoras no ocupamos cargos directivos. No hay decanas, todos son hombres. Y eso refleja un asunto de la sociedad. Para mí, todavía no existe igualdad de oportunidades.

¿Experiencia propia?
Desde que regresé al país tuve entrevistas de trabajo donde me preguntaban si iba a tener hijos o si tenía, a corto plazo, pensado ser mamá. Les decía que no y me respondían que eso era bueno porque les interesaba la productividad y si pensaba ser mamá mi perfil no era adecuado. Eso es discriminación por género. Otras veces gané menos que mis compañeros hombres teniendo el mismo título y haciendo el mismo trabajo.

¿Cómo se lucha contra esto?
Hay la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (Remci), que lleva un par de años funcionando y nos ha permitido visibilizar estos problemas.

Creo que lo primero es hablar para que la gente vea que sí existen. Por ejemplo, ahora con motivo de Día de la Mujer (8 de marzo) y el Día de la Mujer en la Ciencia (11 de febrero) hicimos una serie de eventos de divulgación científica de mujeres. Hablamos bastante sobre los problemas de inequidad salarial y oportunidades.

¿La infraestructura también proporciona igualdad?
Sí. Los laboratorios pueden tener tecnología de punta, pero no tienen un espacio para amamantar y es el derecho que tiene una mujer de tener esos lugares. Hemos comenzado así. Reconociendo quiénes somos y qué problemas enfrentamos.

¿Cuáles son sus planes?
Me gustaría hacer un postdoctorado. También crear un programa de maestrías y posgrados en ciencia biomédica.

El otro plan es consolidar mi línea de investigación. Las publicaciones que tengo, hasta ahora, han sido en colaboración con las universidades en las que estuve en el extranjero. Me gustaría, a corto plazo, tener publicaciones donde el mayor componente se haya hecho aquí. (AVV)

FRASES

Es bueno, para las niñas y chicas que quieran hacer ciencia, ver que esto no
está restringido únicamente a hombres” Linda Guamán, científica

DATO

Dos proyectos de Guamán ganaron el financiamiento que otorga a las mejores ideas de la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia (Cedia).