Esmeraldas: Una ‘carrera’ a las urnas

Redacción ESMERALDAS

Cientos de pasajeros han abierto esa puerta de atrás, lo han saludado e informado miles de posibles rutas a donde ir. Arturo Martínez Cedeño, conoce bien su trabajo, por ocho años ha sido taxista profesional en la ciudad de Esmeraldas, quien lo acogió hace más de 35 años y reconoce con total franqueza, que durante una jornada electoral el ambiente se transforma y crea una auténtica fiesta cívica.

Doce horas de trabajo son las que realiza diariamente y esta ocasión no será la excepción, asegurando que si en un día normal completa 40 recorridos, en los anteriores comicios fácilmente duplicó esa cantidad, por lo que sabe muy bien lo que le espera durante toda la mañana.

Hoy, ha parado un momento, ha concedido una entrevista a Diario La Hora detallando lo sacrificante, pero admirable trabajo que cumple como conductor de un vehículo amarillo.

TRABAJO. Arturo Martínez Cedeño, de 60 años, recorre la ciudad de Esmeraldas en su taxi durante la jornada electoral.
TRABAJO. Arturo Martínez Cedeño, de 60 años, recorre la ciudad de Esmeraldas en su taxi durante la jornada electoral.

Un buen censor

“Le cuento que el taxi es un buen sensor, un buen termómetro para poder sondear y saber cuál es el criterio de los ciudadanos”, revela el hombre de 60 años.

Inclusive, confiesa que en la elección presidencial pasada sus pasajeros apostaban todo a Guillermo Lasso, y ello, porque durante treinta días comenzó su propia encuesta, indagando cada uno de los pensamientos de sus clientes, mas, jamás alguien le ha pedido un consejo, debido a su gran respeto de criterios y la experiencia de cada una de las elecciones, llevándolo a filosofar “la política es un ejercicio de equilibrio, entre aquellos que pugnan por entrar y aquellos que no quieren salir”.

Detenerse a pensar e ir a votar para Arturo Martínez Cedeño, no es posible en las elecciones, cuenta que llegar a una unidad educativa designada como recinto electoral, es sinónimo de una ‘carrera’ más, porque sin bien transporta a uno que no lo ha hecho, saldrá con alguien que ya habrá terminado.

Caminando a sufragar
Por ello, él hace un paro, uno a las diez de la mañana, donde guarda el vehículo en su morada, en el balneario de Las Palmas, desayuna y sale con su esposa caminando a sufragar en el colegio Nuevo Ecuador, en el que lo ha hecho ya por más de 15 años.

Jamás madrugará nuevamente, describe con determinación, esto, luego de hacerlo en una ocasión y haber sido designado como vocal de la junta por haber estado en la fila, sumándole que jamás le depositaron los 20 dólares que le correspondían por su jornada de más de quince horas.

El hombre canoso, de tez blanca, solo opacada por la luminiscencia del arduo sol que le espera en la mañana, ha hecho más de siete recorridos, pausando su jornada tan solo por regalarnos unos minutos de su tiempo o más bien, toda una hora.

De cuatro y en ocasiones hasta cinco personas debe trasladar a un mismo punto, sabe muy bien que entre ellos, existen amigos, familiares, incluso vecinos, que se reúnen en la esquina de su barrio y son llevados hasta un mismo punto, eso, entre risas, opiniones, discusiones y desconocimiento que lo han marcado en su gran profesión de taxista.

TRANSCURSO. Entre 70 a 80 carreras puede completar durante un domingo de elecciones, pero a ello también debe sumarle su viaje a las urnas.
TRANSCURSO. Entre 70 a 80 carreras puede completar durante un domingo de elecciones, pero a ello también debe sumarle su viaje a las urnas.

Un apodo singular

Al hombre de estatura baja, complexión gruesa y de prominentes rasgos, lo apodan ‘Roldós’, tal vez no por su semejanza, sino por llevar la admiración del expresidente Jaime Roldós Aguilera, en la locución de sus más grandes discursos.

Su pasión nace de la universidad, cuando en aquel entonces se aprendía los discursos más largos del exmandatario y hoy antes de despedirse con una ‘carrera’ más, lo hizo nuevamente.

“El Ecuador eterno, unido en la defensa de su heredad territorial. El Ecuador democrático, capaz de dar lecciones históricas de humanismo, trabajo y libertad. Este Ecuador Amazónico, desde siempre y hasta siempre. ¡Viva la Patria!”, vociferó modulando su voz.