¿Se le dañó un artefacto? Salga a tomar un cafecito

Propósito. Se espera que la iniciativa se vuelva una actividad permanente.
Propósito. Se espera que la iniciativa se vuelva una actividad permanente.

Este es un servicio gratuito que ofrece la Escuela Politécnica Nacional.

Café de reparación tecnológica es el nombre del proyecto en el que, de forma gratuita, cinco estudiantes de la Escuela Politécnica Nacional del Ecuador (EPN) le dan una segunda vida a los artefactos electrónicos dañados y un respiro al planeta.

Carlos Cevallos, profesor de departamento de ingeniería mecánica, y Estefanía Orqueda, investigadora de la misma facultad, son los encargados del proyecto que nació por la vivencia de Cevallos en Bélgica. En ese país europeo es común que la gente se reúna en cafeterías para arreglar pequeños electrodomésticos.

Ambos plantearon la idea a las autoridades, quienes aprobaron la propuesta y designaron un presupuesto de 6.000 dólares para la compra de herramientas, elementos de seguridad y otros equipos necesarios para poner en marcha la inciativa, que arrancó en enero.

Convivencia. La gente aprende a arreglar artefactos mientras comparte un café.
Convivencia. La gente aprende a arreglar artefactos mientras comparte un café.

La cita
Quienes ya conocen esta propuesta acuden el último jueves de cada mes a la plazoleta del Edificio de Aulas y Relación con el Medio Externo, ubicado en la calle Toledo (en el sector La Floresta). Ahí, los alumnos de la Escuela de Formación de Tecnólogos (Esfot) de la ‘Poli’ componen los artefactos y comparten sus conocimientos con los vecinos.

TOME NOTA
El café de reparación tecnológica funciona el último jueves de cada mes, desde las 10:30 hasta las 14:00.“Lo principal es que ponemos el café”, dice Cevallos con una sonrisa. El señala que es preferible que las personas lleven su propia taza, para evitar el uso de vasos plásticos.

Esta alternativa también permite que la comunidad se integre y conozca cosas básicas como verificar que un aparato sea fácil de desarmar, antes de comprarlo.

De igual manera, se aprenden buenas prácticas para conservar los artefactos y cuidar el ambiente.

Proceso
Muchos beneficiarios han pasado la voz y cada vez son más personas las que llegan a la EPN buscando este inusual servicio.

Todo inicia llenando un formulario en el que el usuario acepta que su electrodoméstico sea diagnosticado y abierto.

Parte de la filosofía es que la gente mire todo el proceso de reparación.

Reutilizable
Uno de los objetivos de esta iniciativa de vinculación es luchar contra la obsolescencia tecnológica, que supone que cualquier objeto está diseñado para romperse después de cierto tiempo para generar consumo, y que las personas se den cuenta que es posible reparar los objetos.

TOME NOTA
Para más información puede visitar @cafecitoEPN en Facebook.Un ejemplo de esto son las impresoras, dice Cevallos, ya que mucha gente cree que de un momento a otro dejan de funcionar. La verdad es que estos artefactos tienen un ‘chip’ que señala cuántas hojas imprimir, cuando ese número se cumple dejan de hacerlo. En ese caso, solo se debe formatear el ‘chip’ y volver a usarla. Algo, que la mayoría desconoce.

Otro aporte de esta actividad, señala Orqueda, es la reducción de la basura electrónica. Hay que resaltar que el tratamiento inadecuado de estos desechos puede ocasionar graves problemas al ambiente y a la salud humana.

Cuando algo definitivamente no puede componerse, es mejor dejarlo de lado para que sus partes se vuelvan a usar como repuestos.

Recurrente
Los docentes involucrados en este planteamiento señalan que las licuadoras y las planchas de cabello son los objetos que más llegan por reparación.

EL DATO
La Poli es la primera universidad del país en dar este servicio Ismael Zuquillo, cursa el sexto semestre de tecnología en electromecánica y comenta que muchas veces hay personas que se encariñan con sus cosas y esa es otra razón por la que buscan talleres de reparación.

Para Zuquillo, ser parte del proyecto le ha permitido complementar sus conocimientos. “Siempre he sido curioso, yo tenía un ‘PlayStation’. Lo abrí y lo volví a ensamblar, eso me ha ayudado a descubrir nuevas habilidades”, señala (AVV).

De la ‘U’ a los barrios
° El proyecto está financiado por la EPN, pero cuenta con la ayuda de la Asociación Arte y Libertad (Accal) que trabaja con barrios de Quito por medio de talleres gratuitos, escuelas populares y proyectos socio-comunitarios.

Por eso, el ‘Café de reparación tecnológica’ visitará los barrios de la Ecuatoriana, Caupicho y La Lucha de los Pobres, en el sur, donde los beneficiarios serán moradores que no cuenten con los recursos económicos para reparar sus electrodomésticos en lugares privados.