Historias que acompañan el Arrastre de caudas

Simbolismo. Los canónigos visten de negro en señal de luto.
Simbolismo. Los canónigos visten de negro en señal de luto.

Hay quienes han asistido toda su vida y quienes llegan por primera vez a esta ceremonia religiosa.

Como cada año, Ana Gutiérrez llegó ayer a la Catedral, en el Centro Histórico, para presenciar ‘La Reseña’ o Arrastre de caudas. Al mismo tiempo, Saúl Salazar últimaba detalles con el coro del Conservatorio Jaime Mola.

Gutiérrez tiene 86 años, el mismo número de veces que ha asistido al arrastre de caudas. Para Saúl, de 22, esta fue la primera ocasión en que vivió este ritual católico como director del coro.

Toda una vida

Gutiérrez observó por unos segundos el portón de madera que recibe a los asistentes por la calle García Moreno. Caminó despacio, sujetándose del brazo de su sobrino, pero ingresó radiante a cumplir más de ocho décadas siendo parte de este momento católico, que se celebra únicamente en Quito.

Toda su vida ha sido católica y cada semana escucha la misa en la iglesia de Santo Domingo, pero el Miércoles Santo siempre va a la Catedral.

La riobambeña recuerda que su madre la inició en esta tradición cuando era una bebé, luego fue al revés, hasta que su madre “se fue al cielo”. Los últimos cinco años ha arrastrado sus propias caudas sola. “No tengo problema con eso. A las misas del domingo también sé ir sola. Pero bueno, hoy he venido con mi sobrinito”, comenta mientras busca un lugar dentro de la iglesia, que tiene 454 años de antigüedad.

Buena iniciación

“No se escucha a los sopranos, solo tenores”, grita Saúl Salazar, quien ha estudiado música desde los 13 años. Hoy es el director del coro del Conservatorio Jaime Mola, que canta en el Arrastre de caudas, desde hace más de 50 años.

“La música me apasiona me encanta (…) Como director, el tener el sonido tan grande, de tantas personas catando al mismo tiempo es increíble”, comenta mientras intenta que todos se coloquen en sus lugares para hacer la última prueba de sonido.

Saúl es la persona más joven que ha dirigido el coro en el Arrastre de caudas. “Vamos a tratar de hacer mejor las cosas, que la gente que está ahí abajo sienta lo que significa realmente esta celebración”.

Promesa cumplida


Desde hace 14 años, Blanquita Jiménez le prometió a la virgen acudir al ritual en la Catedral. A sus 48 años, la mujer nacida en Los Ríos, estuvo alegre por haberlo hecho.

Entró al templo sonriente y señalando que esto no es una tradición. “Es darnos cuenta que tenemos un Dios vivo, sin él, no somos nada”. (AVV)

Un acto único en el mundo

° Una hora y media duró El Arrastre de caudas que es parte de las celebraciones, que se realizan en Quito por Semana Santa.

El rito católico hace referencia a una ceremonia pagana en la que, al morir un general romano en batalla, su sucesor organizaba las honras fúnebres trasladándolo, en procesión, a la ciudad más cercana.

El Arzobispo de Quito, Fausto Trávez, junto a ocho de los 10 sacerdotes canónigos del arquidiócesis de Quito, hicieron la representación de esta reseña histórica que simboliza un momento fúnebre, en el que la iglesia y sus fieles se encuentran de luto por la muerte de Jesús.

EL DATO

Es la primera vez que los sacerdotes no fueron acompañados por estudiantes, sino por seminaristas.