Jóvenes aprenden cómo actuar frente a una erupción

Gestión. El observatorio simulado contó con equipos como sismógrafo, binoculares y radios.
Gestión. El observatorio simulado contó con equipos como sismógrafo, binoculares y radios.

La actividad sísmica aumenta en el volcán Tungurahua. En el cráter se ven columnas de vapor y ceniza. Los vigías están en alerta por lo que ocurre en Palictahua y Cusúa. Todo indica que la erupción del coloso es inminente.

“Se registra descenso de flujos piroclásticos que podrían poner en riesgo a comunidades aledañas al volcán”, informa Bridget Bastidas (16 años), quien cumple la función de vigía en la estación de observación de Cusúa. Ella se comunica por radio al Observatorio del Volcán Tunguragua (OVT).

En Palictahua, comunidad ubicada en Chimborazo, es similar, según confirma el técnico encargado de esa zona.

Sebastián Herrera (15 años), quien se desempeña como vulcanólogo encargado del OVT, recibe la información de las diferentes estaciones y tiene una vista clara del coloso, que pronto se ve envuelto en una nube de vapor y ceniza.

El técnico se comunica con Andrés Serrano (16 años), quien funge como gobernador de Tungurahua, para reportar los datos obtenidos. Esa información es vital en la reunión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE). Al encuentro asisten Herrera, Serrano, Jorge Santamaría (15 años), el alcalde de Baños Santiago Gallardo (16), el jefe de la Policía Nacional y Mateo Jurado (16), quien cumple el papel de jefe de bomberos de la zona.

Los jóvenes líderes deciden iniciar la evacuación en las comunidades cercanas al volcán y ofrecen una rueda de prensa para que los medios de comunicación mantengan informada a la población.

300
estaciones,tiene el IG, para monitorear anormalidades vulcanológicas y sísmicas.Mientras esto ocurre, en Cusúa y Palictahua se produce una gran caída de ceniza lo que dificulta las tareas de evacuación completa. Esto obliga a los técnicos, quienes llegan a apoyar desde Quito, y a los miembros de la comunidad a buscar refugio en lugares cercanos. Los cañonazos que se registran en el cráter acompañan la jornada.

Luego, en cuestión de minutos, la actividad eruptiva cesa y la evacuación completa de las comunidades se completa cuando los afectados llegan a los refugios.

Bastidas informa que la antena está rota y varios componentes de la estación Cusúa están quemados, pero que los daños son solo materiales, que la población está asegurada.

REUNIÓN. En una mesa se juntaron autoridades y jefes de organismos de control para decidir evacuaciones y activación de protocolos dentro de la simulación.
REUNIÓN. En una mesa se juntaron autoridades y jefes de organismos de control para decidir evacuaciones y activación de protocolos dentro de la simulación.

Experiencia
Tras participar en este simulacro, 29 estudiantes de primero de bachillerato del Colegio Pío Jaramillo Alvarado toman conciencia de lo que puede ocurrir antes, durante y después de un evento volcánico.

83
volcanes hay en Ecuador.

5
volcanes activos hay en el país: Guagua Pichincha, Tungurahua, Cotopaxi, Sangay y Reventador. “Acaban de experimentar una mínima muestra de cómo se vive la emergencia desde las autoridades, la comunidad, los periodistas, las entidades de socorro, los técnicos y los expertos”, explica Silvia Vallejo, vulcanóloga del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional (EPN).

Este taller vivencial forma parte de un programa piloto que impulsa la EPN, el IG y el Museo Interactivo de Ciencia. El programa busca concientizar a los jóvenes acerca del verdadero riesgo que se vive durante una erupción y el trabajo que hay detrás de la seguridad de la población.

Marco Córdova (28), vulcanólogo del IG, explica que estos simulacros permiten divulgar información de prevención con la ciudadanía de una manera más efectiva.

“Es una forma de combatir la desinformación sobre entidades encargadas en caso de emergencias o protocolos de evacuación. Además, los chicos comprenden el trabajo detrás de este tipo de desastres naturales”.

Vallejo añade que el hecho de representar los diferentes papeles que cumplen autoridades y organismos de socorro durante la emergencia permite un aprendizaje que no se logra con charlas o campañas.

Los talleres piloto tuvieron lugar el 7 y 8 de mayo en el Museo Petrográfico de Geología de la EPN. Los participantes de las diferentes jornadas fueron estudiantes de los colegios Pío Jaramillo Alvarado, Modelo Politécnico y universitarios de pregrado. La experiencia culminó con una visita a las instalaciones del Geofísico.

Cordova invita a las personas interesadas a conocer el trabajo del Geofísico e inscribirse en las visitas guiadas que ofrecen.

SIMULACIÓN. Los estudiantes colectaron la ceniza e hicieron una medición en las diferentes comunidades que formaron parte del ejercicio.
SIMULACIÓN. Los estudiantes colectaron la ceniza e hicieron una medición en las diferentes comunidades que formaron parte del ejercicio.

Riesgo constante
El simulacro se basó en la erupción del Tungurahua registrada el primero de febrero de 2014, pero “este tipo de riesgos vulcanológicos son constantes en el país”, informó la vulcanóloga Margorie Encalada, al destacar la importancia de fomentar una cultura de prevención de desastres.

TOME NOTA
Para agendar una visita guiada por las instalaciones del Instituto Geofísico puede comunicarse al 02 222 56 55. Córdova agrega que, si bien ha aumentado la conciencia de la sociedad ante este tipo de riesgos, es necesario generar una cultura de prevención más sólida, por medio de la educación a la ciudadanía. Es por esto que organizan talleres y actividades varias que vinculan a la comunidad con el trabajo diario del IG.

Estos espacios también permiten que las nuevas generaciones encuentren su vocación. Melissa Pacheco (16), quien asistió al taller, por ejemplo, se apasionó por la labor que desempeñan los vulcanólogos en Ecuador.

“Pensaba estudiar algo relacionado con biología, pero este taller me ayudó a decidirme por la carrera de geología”, cuenta. (ECV)