Una evaluación general de cómo las prefecturas, los municipios y las juntas parroquiales del país realizan sus auditorías internas anunció ayer el contralor del Estado, Pablo Celi.
“Las empresas no pueden administrarse con criterios de gerencia privada, sino pública, que empieza con la consolidación de estados financieros, que permita una trasparencia, control y rendición de cuentas municipales”, dijo Celi en un taller al que asistieron el alcalde de Quito Jorge Yunda y altos funcionarios de la administración municipal.
La evaluación anunciada se realizará de manera “tripartita” entre los gobiernos locales, la Contraloría y la gente, anticipó Celi al ofrecer a Yunda su ayuda y un “poderoso instrumento” para controlar el buen uso de recursos municipales.
Los exámenes a cada una de las unidades de auditorías internas se enfocará específicamente en los procedimientos sobre contratación pública, verificación del cumplimiento de presupuestos y que estos respondan a políticas públicas.
Yunda se declaró optimista de que está acción preventiva ayude a optimizar los recursos del pueblo de Quito.
Celi también pidió al Municipio de Quito que encuentre una solución al estado de abandono y deterioro en que se encuentran las instalaciones del excomplejo recreacional de la Contraloría, en Pomasquí, que en la administración de Augusto Barrera pasó a manos del Municipio. (JCER)