La crisis climática todavía no es una prioridad en el Concejo

Ambiente. La huella de carbono o emisión de gases de efecto invernadero preocupa a expertos y autoridades en Quito.
Ambiente. La huella de carbono o emisión de gases de efecto invernadero preocupa a expertos y autoridades en Quito.

En la proyección climática de Quito al año 2050, elaborada por la Secretaría de Ambiente, la ciudad aparece como una gran “mancha urbana” y con menos zonas de vegetación.

En el documento se advierte que para el año 2032 las emisiones de gases de efecto invernadero proyectadas en el escenario de actividad en habitual Quito (BAU, por sus siglas en inglés) ascienden a 11’517.106 toneladas equivalentes de dióxido de carbono”.

Tras analizar esas proyecciones, Cristopher Velasco, presidente de la Asociación de Profesionales de Gestión de Riesgos del Ecuador, hizo un llamado a los concejales sobre la necesidad de discutir y aprobar una ordenanza técnica para enfrentar los efectos de la crisis climática.

La normativa, según dijo, debe establecer medidas de protección ambiental en la planificación urbana y de movilidad, en particular al aprobar nuevas centralidades urbanas, aseguramiento masivo de viviendas y planes de mejoramientos de barrios. Agregó que se tiene que poner mayor atención en zonas como San Antonio de Pichincha, Calderón, Carapungo, Solanda y Turubamba.

“Si seguimos impermeabilizando quebradas, si seguimos evitando conservar nuestras áreas protegidas, si únicamente ampliamos la conectividad vial sin pensar en corredores ecológicos de la ciudad, la temperatura de la ciudad no solo va a aumentar sino que tendremos un impacto mucho más fuerte en la calidad de vida”, sostuvo.

El secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, Rafael Carrasco, coincidió en que se debe realizar una amplia discusión técnica y social para que la ciudad obligatoriamente sea más verde y sostenible. “Es fundamental tomar a la crisis climática y a la prevención de riesgos como parte de la planificación de la ciudad”

Diagnóstico actual
En el informe sobre el estado en que se encuentra la ciudad frente a la crisis climática, actualizado a 2018, la Secretaría de Ambiente señala que “la huella de carbono de Quito es 5’164.946 toneladas equivalentes de dióxido de carbón (CO2eq). Estas emisiones equivalen en magnitud a las emisiones de CO2 generadas por el uso de energía eléctrica en más de 15 millones de hogares urbanos en Ecuador en un año, o el carbono secuestrado por 125 millones de árboles en 10 años”.

Recomendaciones
El director encargado en Ecuador de la organización ambientalista mundial WWF, Tarcizo granizo, sostiene que es necesario adoptar medidas de prevención y mitigación de la crisis climática, pero también de adaptación de sus efectos.

El experto formula recomendaciones técnicas que requerirían un plan municipal permanente para cuidar quebradas, proteger los páramos y ecosistemas que alimentan de agua a Quito y exigir que todas las nuevas edificaciones cumplan normas ambientales. También señala que se debe exigir al Gobierno que mejore la calidad de los combustibles.

Reacción
La exsecretaria de ambiente del Municipio, Verónica Arias, reconoce que no existe una normativa para enfrentar la crisis climática, pero aclara en la anterior administración quedó pendiente para segundo debate una ordenanza de descarbonización. “Además se dejó un Plan de Acción hacia 2050, para reducir el uso de plásticos, impulsar la movilidad cero emisiones y constituir un consejo consultivo de nuevas políticas públicas”.

La mencionada propuesta planteaba, entre otras disposiciones, la obligación que el transporte público reemplace en el 2025 a flota eléctrica, restricciones a la circulación en el Centro Histórico, instalación de infraestructura para recargar vehículos eléctricos e incentivos a industrias que combatan la contaminación.

Datos
La huella de carbono de Quito

° 39 %, transporte público
° 27%, consumo energía
° 10%, residuos sólidos
° 24%, actividades agrícolas

FUENTE: Secretaría del Ambiente, con datos a julio de 2019.