Paseo del Chagra se festeja con tinte Patrimonial

Habilidad. Los jinetes realizaron acrobacias con sus caballos.
Habilidad. Los jinetes realizaron acrobacias con sus caballos.
Música. La música y danza folclórica fueron otros elementos de la festividad.
Música. La música y danza folclórica fueron otros elementos de la festividad.
Herencia. Desde muy pequeños los niños aprenden a montar caballos para formar parte de desfiles.
Herencia. Desde muy pequeños los niños aprenden a montar caballos para formar parte de desfiles.
Herencia. Desde muy pequeños los niños aprenden a montar caballos para formar parte de desfiles.
Herencia. Desde muy pequeños los niños aprenden a montar caballos para formar parte de desfiles.

Al grito de “¡viva Mejía carajo!” más de 2.000 jinetes recorrieron las calles de Machachi, cantón Mejía, en el tradicional Paseo del Chagra que celebró su primer año como Patrimonio Cultural Inmaterial de la nación.

“Este ya no es solo un desfile de los mejiences, de los chagras, sino de todos los ecuatorianos”, dijo Roberto Hidalgo, alcalde de Mejía, quien recordó que el Paseo del Chagra se organiza desde hace 36 años.

La importancia que adquiere este desfile popular se reflejó en la presencia de delegaciones que llegaron desde varias provincias. Cañar, Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi; y cantones de Pichincha como Rumiñahui, Pedro Moncayo, Quito y Cayambe engalanaron el recorrido.

Canciones, colores, danza y, por su puesto, chagras fueron los principales componentes de esta tradición que para muchos es infaltable en la agenda.
Rocío Chávez, quien asiste desde hace 12 años, no perdió la oportunidad para lucir su vestimenta. “Hoy estreno botas y sombrero nuevo. No sé por qué no me hice miss Ecuador”, bromeaba la mujer de 40 años, mientras improvisaba una pasarela en la vereda.

Su esposo, Juan Trinidad, era todo lo opuesto. Con voz tímida contó que nunca le gustaron los eventos con mucha gente, “pero desde que me casé, hace siete años, me tocó volverme un chagra más”, dijo mientras Rocío se ‘infiltraba’ como bailarina dentro de una de las comparsas. “Aquí se pierde no más la vergüenza”, gritó desde lejos la mujer oriunda de Latacunga.

Representación

Aurora Pinto no podía creer que un niño de cinco años supiera montar con tanta soltura un caballo. “Qué lindo chagrita”, comentó la mujer que llegó desde Alóag para celebrar. Señaló que los chagras representan a los hombres trabajadores del campo. El caballo, afirmó, no es solo su herramienta de trabajo sino su compañero.

El Dato
En 1983 se formalizó el Paseo del Chagra. La celebración, indicó Pinto, se ha convertido en un tema arraigado en el pensamiento de los mejiences, pues contiene elementos ancestrales.

También es un generador de ingresos para los comerciantes que, durante el desfile, ofertaban de todo. Eso sí, lo que más se vendió fueron sombreros que costaban entre 1 y 5 dólares.

Adrián Inte enfatizó que la noche anterior no salió a bailar para estar ‘pepa’ para el desfile. El joven de 29 años dijo que este evento tiene un sinnúmero de representaciones, entre esas, la comida. “Hoy voy a probar un cocido chacarero, un plato que todos los chagras consumen para tener energía durante sus largas jornadas en el páramo”, señaló Inte.

Un atractivo turístico

Que el personaje del chagra, también llamado el vaquero de los Andes, haya sido incluido en la lista de eventos patrimoniales, es la oportunidad que tiene el cantón para explotar el turismo.

“Queremos que la gente sepa que no solo puede visitarnos hoy en el desfile, sino los 365 días del año y disfrutar de nuestros paisajes y gastronomía”, reiteró Hidalgo, e indicó que se debe trabajar por convertir al cantón en un destino obligatorio para los turistas.

“Para lograrlo se necesita mayor infraestructura, vialidad, agua potable, lo que nos permitirá encaminar y fortalecer el turismo del cantón”, agregó. (AVV)

Estricto control de seguridad

El mayor Juan Pablo Rodríguez, jefe de distritos del cantón Mejía, indicó que 350 policías estuvieron a cargo de la seguridad. Hasta el mediodía no se presentaron denuncias por robo o hurto. Lo que sí les dio trabajo a los uniformados fue el decomiso de licor. “Estamos tratando de ir controlando el consumo para que no exista un excesivo consumo de alcohol y así evitar peleas, agresiones o accidentes de tránsito”, afirmó Rodríguez.