Pequeños negocios mantienen ambiente de comunidad en los barrios

NEGOCIO. Locales de toda índole se abren en barrios de todo el Distrito.
NEGOCIO. Locales de toda índole se abren en barrios de todo el Distrito.

Su sueño siempre fue montar su propio negocio. Pensaba en abrir un restaurante, “pero la demanda en el barrio no era buena”.

Al final, hace ya ocho años, María Pavón, de 47 años, decidió poner su propia tienda en el barrio, “una especie de micro mercado donde los vecinos puedan comprar todo lo necesario para su día a día sin ir muy lejos”.

Ella vive en Zabala, un barrio en la parroquia de Calderón. Cuenta que cuando decidió abrir la tienda en la calle principal del conjunto donde vive “no había locales cerca; si un vecino quería comprar un limón o pan tenía que salir a la principal del barrio, que es unos 10 minutos caminando”.

Es así como Pavón se convirtió en una emprendedora que crecía rápido. Los vecinos del conjunto llegaban a su tienda por la comodidad, cercanía y “buen trato” que recibían, “conversábamos, me preguntaban dónde vivía”; así fue conociendo a quienes vivían cerca.

Hoy Pavón ya conoce a la mayoría de sus vecinos e, incluso, a veces es la encargada de cuidar llaves de casas, pagos o encargos de quienes llegan a su tienda. “Hemos generado confianza de parte y parte”.

El impulso a los emprendimientos mejora las condiciones económicas, sociales y culturales en una comunidad; por tanto contribuyen a la cohesión social”. Carlos Flores, sociólogo.
Su negocio, además, al estar en la entrada de su conjunto, le ha ayudado para garantizar la seguridad en esa zona. “A veces viene gente mal encarada y uno ya les ve y llama a la Policía o les dice a los vecinos que estén pendientes”.

Otros casos

En el mismo barrio existen otros negocios como la panadería de Fernando Guzmán, de 62 años. Él aprendió a hacer pan en España y al regresar, junto a sus hijos, decidió abrir un pequeño local en el parqueadero de su casa. Esto le ha ayudado a contribuir para completar gastos de arriendo, que comparte junto con dos de sus hijos profesionales.

En otras zonas de la ciudad, como Carcelén, locales como el de Valeria Tipán, de 41 años, también han logrado prosperar con el tiempo. Ella abrió su local con el objetivo de colaborar en la economía de la casa, pues su esposo era el único que trabajaba “y no tenía un buen pago”.

Tipán decidió dedicarse a la venta de huevos de Puéllaro, que le traía una amiga, aguacates, tomates, limones, naranjas y otras frutas; además de leches, quesos y yogurts. Con el tiempo ella fue ganándose clientela con los vecinos de su barrio, en Carcelén bajo, quienes llegaban directamente a comprarle fielmente.

Con las ganancias que logró de su negocio ayudó con gastos de la casa y estudios de sus dos hijos, como explica. Además, también le han permitido ampliar su oferta a otros productos de primera necesidad.

“Con esto yo ya sé que tengo un ingreso extra que nos ayuda en la casa para la comida o cualquier otro gasto; a veces a mi esposo no le alcanza”, dice.

Todos estos pequeños comercios han creado comunidad en sus barrios contribuyendo a la comodidad y confianza entre los vecinos. (ECV)

Panadería.  Son los negocios que más madrugan para atender a la clientela.
Panadería. Son los negocios que más madrugan para atender a la clientela.

Convivencia y seguridad

Carlos Flores, experto en sociología, explica que los comercios o pequeños negocios deben ser analizados desde una perspectiva de emprendimientos sociales, “que contribuyen a sacar de la pobreza a muchas personas, especialmente de comunidades vulnerables”.

Detalla, además, que los emprendimientos no solo tienen un objetivo económico. “Socialmente potencializan a las comunidades, generan sentimientos de pertenencia y fortalecen su tejido social”.

Para Flores, la seguridad es otro de los puntos fundamentales en los que interfieren este tipo de pequeños comercios en una micro sociedad, como es un barrio. Esto, pues más allá de impulsar las diversas actividades económicas, también fomentan la organización social; “un aspecto fundamental para enfrentar el problema de inseguridad”.

Mauricio Pozo, economista, a su vez detalla que “todo proceso que indique transacciones de compra – venta, sea de servicios, bienes inmuebles o muebles, genera una actividad económica.

Recalca, además, la importancia de pequeñas y medianas empresas para la economía de un país, ejemplificándolo con la realidad alemana. “Hay países como este que son de gran peso en temas económicos a nivel mundial. Son países donde la mayor parte de la actividad productiva es generada por pequeñas y medianas empresas; no por grandes empresarios”.

Por esto, destaca la importancia de políticas y legislaturas que permitan promover este tipo de emprendimientos que dinamizan la economía local. Explica que los pequeños emprendedores tienen varias trabas con leyes y normativas que deberían renovarse.