El proyecto Vindobona, con el que se pretende limpiar el 99% de los ríos de la ciudad, es nuevamente una propuesta del Municipio. El objetivo es captar los desechos orgánicos e inorgánicos de los ríos Machángara y San Pedro para que, a través de un túnel, sean trasladados desde La Tola hasta una planta de tratamiento en Vindobona.
Sin embargo, la iniciativa costaría 100 millones más de lo anunciado entre 2017 y 2018, cuando el monto previsto era de 900 millones.
En un diálogo con La Hora, el gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), Carlos Uriarte, explica las razones del cambio en el costo del proyecto. También, cómo se financiaría la construcción de las tres etapas y los cronogramas previstos.
Se anunció que el proyecto costaría 1.000 millones de dólares. ¿Por qué existe un incremento de 100 millones de dólares?
La idea del esquema Vindobona viene de 30 años atrás, pero no se ha concretado por política.
Se habla que de 900 millones le hemos subido a 1.000. Seguramente, no estaban contempladas todas las hidroeléctricas.
Este proyecto generará 43 megawats, que van a ser utilizados para el funcionamiento del Metro, lo cual bajaría su costo de funcionamiento y operación.
¿Cómo se financiará la obra?
La primera etapa está cubierta con recursos propios, con un crédito de 63 millones. Estamos en conversaciones con inversionistas extranjeros para solventar el resto. No se lo puede lanzar completo, pues como es un monto alto, nadie quiere arriesgarse.
Tuvimos una reunión con la Bolsa de Valores de Quito. Queremos ver si podemos obtener, por medio del Banco de Desarrollo de América Latina, 200 millones de dólares para la segunda etapa.
¿Existe el riesgo de que se deje el proyecto a medias?
Para nada. El proyecto durará alrededor de seis años. La primera etapa se hará en 30 meses; tenemos un año y medio para analizar las mejores ofertas, con los mejores intereses y el mejor tiempo de pago para que la ciudadanía quiteña se beneficie.
¿Cuáles serán los costos de operación de esta planta?
Como todavía no estamos en operación habría que cuantificar qué químicos vamos a usar, qué personal habrá. Ahí sabremos cuánto costaría.
¿Qué es lo más complicado en la construcción?
La parte más difícil es la construcción del túnel. Hay que meter una amoladora.
El túnel será un desfogue de aguas contaminadas que pasarán a la planta de tratamiento. ¿A dónde irá el agua después de este proceso?
El túnel recoge toda el agua y llega hasta Vindobona, donde estará la planta de tratamiento. Una vez el agua sea tratada se descargará hacia el río San Pedro para que continúe su rumbo hasta el río Esmeraldas.
De acuerdo con los estudios realizados a los ríos, ¿cuál es su grado de contaminación?
Se han hecho estudios químicos y bioquímicos y el índice es alto. En el país existe solo el 2% de descontaminación de los ríos.
¿Cuál será el proceso de tratamiento de las aguas?
Las aguas llegarán y se tratarán por loculación y sedimentación. Esto hasta que el agua quede semipurificada. No será un agua potable, no sirve para el consumo humano. Pero podría servir para riego.
¿Los moradores de los barrios aledaños tendrán complicaciones durante la construcción?
No, para nada. Incluso una vez terminado el proyecto se construirán parques lineales sobre el emisario donde la ciudadanía podrá disfrutar de varios entretenimientos. Serán espacios iluminados con (luces) LED. (ECV)