Monjitas y hierbateras comparten la tradición de sanar

Malva:  Alivia daños a la piel:  granos, llagas,  quemaduras solares.
Malva: Alivia daños a la piel: granos, llagas, quemaduras solares.
Diente de león:  Para la buena digestión y perder peso.
Diente de león: Para la buena digestión y perder peso.
Sábila Ayuda a la  cicatrización  de heridas y  quemaduras.
Sábila Ayuda a la cicatrización de heridas y quemaduras.
Cola de caballo: Fortalece las uñas, dientes y cabello.
Cola de caballo: Fortalece las uñas, dientes y cabello.
Chuquiragua:  Ayuda a controlar los  nervios y mejora la  circulación sanguínea.
Chuquiragua: Ayuda a controlar los nervios y mejora la circulación sanguínea.
Eucalipto:  Ayuda  en problemas  respiratorios:  gripes, asma  y tos.
Eucalipto: Ayuda en problemas respiratorios: gripes, asma y tos.
Popular. El jarabe de rábano es uno de los más conocidos.
Popular. El jarabe de rábano es uno de los más conocidos.

Tan antiguas como las construcciones que decoran el Centro Histórico, son las recetas de brebajes y remedios ancestrales que sigilosamente se guardan en conventos, mercados y aceras del casco colonial.

Estas prácticas de sanar a través de lo natural despiertan la curiosidad de muchos y conservan la fidelidad de otros. En la capital, son las monjitas y las hierbateras quienes mantienen estas tradiciones generación tras generación.

Secreto de claustro

Desde hace más de dos décadas, Consuelo López es la encargada de promocionar los artículos elaborados por las hermanas de los monasterios del Carmen Alto y Carmen Bajo.

López se considera una mujer privilegiada pues es de las pocas que puede ver y conversar con las mujeres que dedican su vida entera a Dios sin salir al exterior.

Durante mucho tiempo, cuenta López, quien también lleva la contabilidad de estos lugares, las hermanas han mantenido en sigilo varias recetas con las que se elaboran jarabes, cremas y hasta vinos naturales.

“Bastante tiempo han tenido guardado, pero ahora hay la oportunidad de que conozcamos todos”, dice con alegría la mujer de no más de 50 años.
De una vitrina saca todo tipo de artículos: shampoo de romero que evita la caída del cabello y la caspa; el de hierbas que quita las horquillas; uno de miel de abeja da brillo.

“Quisiera tener la receta porque en serio que son buenos”, dice Magdalena Viteri, de 73 años, mientras muestra que su cabello está sano gracias a las monjitas.

“Las hermanas siempre han hecho esto. Ellas tienen guardadas recetas de hace siglos, pero como es un monasterio de clausura ellas no salen, ni conversan con nadie. Por eso solo ellas saben cómo preparar esto”, cuenta López.

Mónica Soto menciona que todo es natural. “Yo me desmaquillo con el agua de rosas, eso usaba mi abuelita, luego mi mamá y yo les llevo a mis hijas”.

Otros productos con propiedades curativas son las pomadas para quemaduras, dolores musculares, estrías o para reducir medidas.

“El vino de consagrar además de la misa, es bueno para la memoria, el corazón y los huesos. Como no tiene alcohol también lo pueden tomar los niños”, explica López.

El Dato
Los jarabes y pomadas cuestan entre $2.00 y $6.00. Las limpias $10. Herencia de curar

A sus 62 años, Emma Lagla recuerda su niñez con claridad. Dice que cuando a ella o alguna de sus hermanas les dolía algo, su abuelita sabía cuáles eran las hierbas indicadas para curarlas.

El tiempo pasó, pero la tradición continuó. Lagla pertenece a la tercera generación de hierbateras de su familia. Explica que cada planta tiene una función curativa. “Tenemos que hacerlas en té o cocinar sus raíces”.

La gripe es muy frecuente en Quito, por lo que la mujer tiene varios jarabes que ayudan a en estos casos. El de rábano, con ajo y cebolla se debe dejar serenar, hasta que se curtan los ingredientes. Luego se toma el jugo.

Para descongestionar la nariz, en cambio, es bueno oler la cebolla o poner eucalipto debajo de la cama o en la puerta. “Así la gripe no entra a la casa. También se puede poner una cebolla paiteña en el espaldar de la cama”.

En el local, ubicado entre las calles Rocafuerte y Cuenca, hay más de 100 recetas con las que se pueden preparar remedios. Existe un jarabe para el hígado hecho de 36 plantas; también un gel de manzana para las estrías.

En este inicio a clases, Lagla recomienda que los chicos coman nueces o pedacitos de hojas de paico en la sopa. Dice que eso es bueno para la concentración.

‘Espanta’ los vicios

Aunque mucha gente busca curarse de alguna enfermedad, hay quienes acuden a la medicina alternativa para ‘espantar’ sus vicios.

Así lo explica, Gabriela Toscano quien aprendió el oficio de hierbatera con su suegra.

En su puesto, ubicado en el mercado San Francisco, muestra un brebaje llamado ‘tripas del diablo’. Según la mujer de 37 años, sirve para que la gente se quite el ‘vicio’ de tomar o de fumar. “Tiene un sabor amargo y hace que luego el trago le dé asco. Pero el tratamiento debe seguir al menos un mes”.

Toscano señala que el extracto de la valeriana es uno de los compuestos que más vende. “Es que ahora la gente se estresa mucho, entonces eso le quita los nervios o el dolor de cabeza”.

Tradición

Las hierbateras coinciden en que los martes y viernes son los días donde más gente acude a realizarse limpias o a consultar por la preparación de algún brebaje.

Lagla indica que se ha preparado durante muchos años, ya que con la salud no se puede improvisar. Aclara que su medicina es alternativa y que si después de probar alguno de los preparados de hierbas o de las limpias, el enfermo no ha sanado, debe consultar a un médico.

El médico siquiatra, Armando Camino, dice opina que los tratamientos alternativos suponen una especie de efecto placebo.

Camino dice que, si bien la mayor parte de los medicamentos son extraídos de las plantas porque tienen propiedades medicinales, al tratarse de enfermedades documentadas donde hay patologías es necesario el criterio de un especialista, bajo tratamientos que tengan sustento científico (AVV).

Propiedades

Plantas medicinales

  • Chuquiragua: Ayuda a controlar los nervios y mejora la circulación sanguínea
  • Eucalipto: Ayuda en problemas respiratorios: gripes, asma y tos
  • Sábila: Ayuda a la cicatrización de heridas y quemaduras
  • Malva: Alivia daños a la piel: granos, llagas, quemaduras solares
  • Diente de león: Para la buena digestión y perder peso
  • Cola de caballo: Fortalece las uñas, dientes y cabello.

Estas plantas se pueden preparar en infusiones o en té.