Sitios de tolerancia incumplen acuerdos de convivencia

MALESTAR. Hay sitios de la ciudad donde operan hasta cuatro casas de tolerancia, como en la calle Bolivia y Av. 10 de Agosto.
MALESTAR. Hay sitios de la ciudad donde operan hasta cuatro casas de tolerancia, como en la calle Bolivia y Av. 10 de Agosto.

Alrededor de 64 centros de tolerancia en Quito, ubicados en la zona residencial urbana, están obligados a cumplir un acuerdo de convivencia con la comunidad. Este es un requisito para solicitar el permiso de funcionamiento, que tiene que ser renovado anualmente.

Los sitios se comprometieron con la Secretaría de Inclusión Social, de la anterior Administración Municipal, a promover campañas de sensibilización, a mantener un control de los horarios de funcionamiento y a participar en labores comunitarias con la ciudadanía.

Ulises Estrella, morador del barrio asentado en la calle Bolivia, confirmó que al menos en el último año no han tenido acercamiento con los responsables de los negocios que funcionan en el sector. Allí operan cuatro ‘night clubs’: Swing, Dulce Sueños, 122 y Blu, cuyo horario de funcionamiento es de 10:30 a 19:30.

Regulación
La Administración del exalcalde Mauricio Rodas condicionó la operación de estos negocios, pues tenían que justificar algún tipo de preexistencia, es decir, contar con algún permiso extendido por el Municipio, el Ministerio de Salud o el Cuerpo de Bomberos, desde antes de 2012.

Según un censo de la Secretaría de Inclusión Social, en Quito operan 112 locales, de los cuales 64 están ubicados en zona residencial urbana y 21 en la zona industrial, con permisos. El resto serían clandestinos.

María José Flores, dirigente de las trabajadoras sexuales del Centro Histórico, señaló que en su espacio de trabajo ha promovido campañas de sensibilización y ha participado de las mingas de limpieza con la comunidad. Además, contó que aceptaron no hacer presencia en el bulevar de la calle Manabí.

Por su parte, Jacobo Herdoiza, exsecretario de Territorio, Hábitat y Vivienda de Quito recordó que los dueños de los locales hicieron un pacto para poder operar y que existe un reglamento que deben cumplir para no ser clausurados. Este incluye mejoras arquitectónicas en el interior de los sitios.
Este Diario buscó un pronunciamiento de la secretaria de Inclusión Social de la actual Administración. Se le consultó, a través de mensajería instantánea, si los sitios de tolerancia cumplen con el acuerdo, pero únicamente respondió que se encontraba en una capacitación.

Algunos beneficios
Durante un recorrido que realizó La Hora a los sectores donde hay centros de tolerancia, se constató que los locales aledaños, como tiendas, panaderías y restaurantes, así como cuidadores de carros y vendedores ambulantes, mejoran sus ventas con la presencia de estos negocios. Aun así, hay críticas por la falta de cumplimiento del acuerdo.

Nancy Guerrón, quien administra una tienda en la calle Bolivia, señaló que cuando clausuran uno de los centros de diversión se registran pérdidas. Por otro lado, ella no recuerda haber participado de mingas ni de charlas de concienciación.

Además, comentó que hace alrededor de seis meses, junto al resto de administradores de negocios, mantuvo una reunión con una dirigente de las trabajadoras y con una funcionaria del Municipio, en la que les indicaron que la seguridad del sector es una prioridad.

Críticas de vecinos
Uno de los sitios de diversión nocturna concurridos es el Café Rojo, en las calles Juan Holguín y Amazonas, en el norte de Quito. Funciona de 16:00 a 24:00. José Zapata, administrador de uno de los negocios cercanos, dijo que la operación de este sitio afecta la movilidad. También confirmó que no se ha evidenciado ningún tipo de actividad dentro del acuerdo de convivencia.

Otro de los locales, conocido como el 5/15, está ubicado sobre la Av. De La Prensa y Logroño. Al frente se encuentra el Instituto Cordillera. Un trabajador de esa institución señaló que cuenta los días para que el centro deje el sector.

Lo mismo ocurre con un establecimiento ubicado en la calle Isabel Tobar, en el sector de las avenidas 10 de Agosto y República. En la acera del frente funciona un instituto de educación superior. Allí también comentaron que preferirían que el burdel salga de esa zona. (PSD)