La historia se cuenta desde las ruralidades

Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.
Infraestructura. Iglesia de Pactoloma, ubicada en la parroquia de Pacto, sector periférico de Quito.

Alejados del ruido, del frío y del ajetreo de la gran ciudad se encuentran pequeños tesoros turísticos escondidos. Estrechos caminos abiertos hace miles de años para comerciar entre la Sierra y la Costa; restos de civilizaciones que caminaron por Quito y otros vestigios donde hoy se levanta la capital, forman parte de las riquezas que poseen las parroquias rurales.

Para Carlos Freire, historiador, la memoria que se puede encontrar dentro de la ciudad “solo es una pequeña parte de lo que ha sido la ‘carita de Dios’, o su territorio, desde antes de la conquista, incluso incaica”.

Detalla importantes vestigios yumbos, “de la cultura yumba”, como centros ceremoniales, “asentamientos muy importantes que se pueden encontrar en un espacio tan pequeño como Quito”.

Destaca, además, espacios arqueológicos que se han encontrado en las diferentes parroquias como Pacto, Gualea, Pifo, Guayllabamba, entre otras.

Vestigios

En Pacto, una gran piedra a un lado del río Chirapi recuerda que los quiteños no fueron los primeros en pisar esas tierras. Allí, petroglifos de diferentes formas y tamaños cuentan la historia de los yumbos. Círculos concéntricos, un espiral y algo parecido a un humano son parte de los dibujos que han permanecido en esta zona durante cientos de años.

Para Sebastián Almeida, experto en turismo histórico, la importancia de estos yacimientos “es gigante ya que cuando una cultura se tomaba el tiempo y el trabajo de tallar una roca era porque se trataba de un lugar importante para ellos”.

“En este caso, los petroglifos detallan un lugar ceremonial ya que representa los tres mundos: ‘Hanan pacha’, el mundo de los dioses; ‘kay pacha’, el mundo material; y ‘uku pacha’, el inframundo, están representados en el sitio, cada uno con una forma diferente”, dice.

Para él, es necesario conocer estos pequeños espacios de la ciudad “para saber un poco más de nuestra historia como quiteños”. (ECV)

Alejados del ruido, del frío y del ajetreo de la gran ciudad se encuentran pequeños tesoros turísticos escondidos. Estrechos caminos abiertos hace miles de años para comerciar entre la Sierra y la Costa; restos de civilizaciones que caminaron por Quito y otros vestigios donde hoy se levanta la capital, forman parte de las riquezas que poseen las parroquias rurales.

Para Carlos Freire, historiador, la memoria que se puede encontrar dentro de la ciudad “solo es una pequeña parte de lo que ha sido la ‘carita de Dios’, o su territorio, desde antes de la conquista, incluso incaica”.

Detalla importantes vestigios yumbos, “de la cultura yumba”, como centros ceremoniales, “asentamientos muy importantes que se pueden encontrar en un espacio tan pequeño como Quito”.

Destaca, además, espacios arqueológicos que se han encontrado en las diferentes parroquias como Pacto, Gualea, Pifo, Guayllabamba, entre otras.

Vestigios

En Pacto, una gran piedra a un lado del río Chirapi recuerda que los quiteños no fueron los primeros en pisar esas tierras. Allí, petroglifos de diferentes formas y tamaños cuentan la historia de los yumbos. Círculos concéntricos, un espiral y algo parecido a un humano son parte de los dibujos que han permanecido en esta zona durante cientos de años.

Para Sebastián Almeida, experto en turismo histórico, la importancia de estos yacimientos “es gigante ya que cuando una cultura se tomaba el tiempo y el trabajo de tallar una roca era porque se trataba de un lugar importante para ellos”.

“En este caso, los petroglifos detallan un lugar ceremonial ya que representa los tres mundos: ‘Hanan pacha’, el mundo de los dioses; ‘kay pacha’, el mundo material; y ‘uku pacha’, el inframundo, están representados en el sitio, cada uno con una forma diferente”, dice.

Para él, es necesario conocer estos pequeños espacios de la ciudad “para saber un poco más de nuestra historia como quiteños”. (ECV)

Alejados del ruido, del frío y del ajetreo de la gran ciudad se encuentran pequeños tesoros turísticos escondidos. Estrechos caminos abiertos hace miles de años para comerciar entre la Sierra y la Costa; restos de civilizaciones que caminaron por Quito y otros vestigios donde hoy se levanta la capital, forman parte de las riquezas que poseen las parroquias rurales.

Para Carlos Freire, historiador, la memoria que se puede encontrar dentro de la ciudad “solo es una pequeña parte de lo que ha sido la ‘carita de Dios’, o su territorio, desde antes de la conquista, incluso incaica”.

Detalla importantes vestigios yumbos, “de la cultura yumba”, como centros ceremoniales, “asentamientos muy importantes que se pueden encontrar en un espacio tan pequeño como Quito”.

Destaca, además, espacios arqueológicos que se han encontrado en las diferentes parroquias como Pacto, Gualea, Pifo, Guayllabamba, entre otras.

Vestigios

En Pacto, una gran piedra a un lado del río Chirapi recuerda que los quiteños no fueron los primeros en pisar esas tierras. Allí, petroglifos de diferentes formas y tamaños cuentan la historia de los yumbos. Círculos concéntricos, un espiral y algo parecido a un humano son parte de los dibujos que han permanecido en esta zona durante cientos de años.

Para Sebastián Almeida, experto en turismo histórico, la importancia de estos yacimientos “es gigante ya que cuando una cultura se tomaba el tiempo y el trabajo de tallar una roca era porque se trataba de un lugar importante para ellos”.

“En este caso, los petroglifos detallan un lugar ceremonial ya que representa los tres mundos: ‘Hanan pacha’, el mundo de los dioses; ‘kay pacha’, el mundo material; y ‘uku pacha’, el inframundo, están representados en el sitio, cada uno con una forma diferente”, dice.

Para él, es necesario conocer estos pequeños espacios de la ciudad “para saber un poco más de nuestra historia como quiteños”. (ECV)

Alejados del ruido, del frío y del ajetreo de la gran ciudad se encuentran pequeños tesoros turísticos escondidos. Estrechos caminos abiertos hace miles de años para comerciar entre la Sierra y la Costa; restos de civilizaciones que caminaron por Quito y otros vestigios donde hoy se levanta la capital, forman parte de las riquezas que poseen las parroquias rurales.

Para Carlos Freire, historiador, la memoria que se puede encontrar dentro de la ciudad “solo es una pequeña parte de lo que ha sido la ‘carita de Dios’, o su territorio, desde antes de la conquista, incluso incaica”.

Detalla importantes vestigios yumbos, “de la cultura yumba”, como centros ceremoniales, “asentamientos muy importantes que se pueden encontrar en un espacio tan pequeño como Quito”.

Destaca, además, espacios arqueológicos que se han encontrado en las diferentes parroquias como Pacto, Gualea, Pifo, Guayllabamba, entre otras.

Vestigios

En Pacto, una gran piedra a un lado del río Chirapi recuerda que los quiteños no fueron los primeros en pisar esas tierras. Allí, petroglifos de diferentes formas y tamaños cuentan la historia de los yumbos. Círculos concéntricos, un espiral y algo parecido a un humano son parte de los dibujos que han permanecido en esta zona durante cientos de años.

Para Sebastián Almeida, experto en turismo histórico, la importancia de estos yacimientos “es gigante ya que cuando una cultura se tomaba el tiempo y el trabajo de tallar una roca era porque se trataba de un lugar importante para ellos”.

“En este caso, los petroglifos detallan un lugar ceremonial ya que representa los tres mundos: ‘Hanan pacha’, el mundo de los dioses; ‘kay pacha’, el mundo material; y ‘uku pacha’, el inframundo, están representados en el sitio, cada uno con una forma diferente”, dice.

Para él, es necesario conocer estos pequeños espacios de la ciudad “para saber un poco más de nuestra historia como quiteños”. (ECV)