Cuarentena

El uso de esta palabra se ha generalizado en estos últimos días, a raíz del

aparecimiento del coronavirus, pandemia extendida en todo el planeta.

Cuando en el siglo XV, la peste negra, considerada como el peor desastre

biológico en la historia de la humanidad, que redujo en más del treinta por ciento a la población europea y a la de Florencia en cuatro quintas partes, en Italia se empleó el término ‘quaranta giormi’, que al traducirlo al español significa cuarenta días y que se refiere a una de las principales medidas de protección (aislamiento) a fin de evitar el contagio.

Hoy, la cuarentena no implica necesariamente ese lapso, sino que puede

ser menor o alcanzar mayor tiempo: ha quedado su significación como de necesaria medida sanitaria para evitar la proliferación de plagas. Recordemos que cuando los cosmonautas norteamericanos de la Misión Apolo, que efectuaron la llegada, por primera ocasión, del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, una vez que retornaron del satélite natural de la Tierra fueron sometidos a cuarentena, incluidos los materiales que trajeron, como recurso preventivo de cualquier infección.

En la actualidad, la cuarentena se está empleando en muchos países, por

lo cual ciudades enteras cobran fisonomía diferente a la habitual, ante la ausencia de los atemorizados pobladores que se han recluido en sus viviendas, para que el virus no les alcance.

En nuestro país, esta medida ha sido adoptada, en forma limitada, ante

el real peligro circundante; gran parte de los moradores la cumplen a cabalidad, no así en ciertos sectores, especialmente en los de crónica pobreza y males conexos, como la falta de educación y disciplina.

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