Defendamos el IESS

Es cierto que debemos conocer nuestra mente para poder vivir mejor. Cuando los seres humanos reconocen y miden sus actos con conocimiento y profesionalismo, significa que están ética y moralmente preparados para dirigir y actuar libremente al frente de una institución, sin presiones ni compromisos políticos que les obliguen a cubrir o eludir responsabilidades en el cumplimiento de las obligaciones que el cargo demanda.

Todas las personas son responsables de sus actos cuando se toman decisiones en la administración pública. Los aciertos o fracasos en la gestión dependen del conocimiento, ideas y razonamiento que se demuestren para no cometer errores. Es increíble que en el IESS no se pueda contar con una dirección técnica adecuada que encuentre soluciones a los problemas, a pesar de que los informes económicos y actuariales vienen anunciando desde hace mucho tiempo atrás el desfinanciamiento de los seguros de pensiones y salud.

El IESS debe ser reformado. No es posible que el Estado siga fracasando en su administración, el mismo que adeuda con un sinnúmero de pretextos el 40% de su contribución a las pensiones, provocado un déficit en los fondos de pensiones, salud, riesgos del trabajo y la posible descapitalización del IESS cuya única “solución”, hasta el momento, es la subida de aportes a los trabajadores.

Las deficiencias técnicas y administrativas del Consejo Directivo y directores; así como, el exceso de trabajadores, muchos de ellos sin ningún conocimiento en materia de Seguridad Social, lo tienen al borde del abismo. Las adquisiciones fraudulentas en equipos, insumos y medicinas, pagos indebidos y más actos de corrupción agravan el problema.

Los últimos acontecimientos vergonzosos en la vida del país han puesto al descubierto la falta de valores éticos y morales de quienes deben ser auditados y, de ser el caso, sancionados con el rigor de la ley y con la confiscación de los bienes patrimoniales ilegalmente adquiridos, para recuperar el dinero sustraído. Es obligación del Estado, trabajadores, jubilados y patronos defender la supervivencia del IESS.

Rodrigo Contero Peñafiel