Planificación y ordenamiento territorial

Por: Milton Maruri

La ciudad de Santo Domingo es un importante polo de desarrollo económico a nivel regional y nacional, permite descongestionar actividades económicas y migraciones poblacionales a las grandes ciudades, sin embargo, la ausencia de información estadística actualizada, condensada y procesada, degeneró en la falta de una planificación técnica en una zona de alto crecimiento económico y social. De acuerdo a la Secretaría Nacional de Planificación (SEnplades PND 2014-2017) en Santo Domingo se planificó “desde una capacidad técnica e infraestructura institucional precaria y desde una falta de control y monitoreo a los logros alcanzados, así como, la gestión del gobierno local desde una lógica clientelar y populista, además de un ambiente permanente de corrupción, sin olvidarse de la casi nula participación ciudadana”. Lastimosamente, para Santo Domingo, en el proceso de toma de decisiones y en las políticas públicas, se adoptaron, sin considerar factores y variables demográficas, económicas y espaciales, generando graves distorsiones estructurales en la población y en la economía local y regional. La falta de un Catastro actualizado y de un Plan de Ordenamiento para determinar zonas urbanizables ha propiciado un crecimiento desordenado de la ciudad. Santo Domingo de los Tsáchilas por ejemplo se ha convertido en la cuarta ciudad de mayor crecimiento poblacional. A partir de su cantonización en 1967 y gracias a su importante ubicación geográfica, los flujos migratorios se intensificaron provocando asentamientos desordenados y urbanizaciones improvisadas con condiciones socioeconómicas deficitarias y muy bajas coberturas en cuanto a infraestructura y servicios básicos. El crecimiento poblacional de Santo Domingo ha sido tan acelerado y desproporcionado que la ubica entre las ciudades de mayor conflicto en cuanto al manejo, regulación y planificación de su desarrollo. El crecimiento y el desarrollo de Santo Domingo requieren de una verdadera planificación participativa que formule, evalúe y dé seguimiento profesional y técnico permanente en el cumplimiento de los objetivos, metas y estrategias planteadas en los respectivos proyectos a implementarse.