Anciano llevaba tres días muerto

ALERTADOS. El hedor que emanaba de la vivienda donde vivía el octogenario, alertó a sus vecinos.
ALERTADOS. El hedor que emanaba de la vivienda donde vivía el octogenario, alertó a sus vecinos.

El cadáver permanece en el centro forense de Santo Domingo a la espera de ser retirado.

Redacción LA CONCORDIA

Norma B, llegó muy por la mañana de ayer a la vivienda de Luis Layedra, un adulto mayor de 85 años de edad, a quien la mujer lo visitaba dos veces por semana para limpiarle el inmueble y lavarle la ropa.

Se extrañó al encontrar la casa, ubicada en la tercera etapa del barrio San Rafael, sector ‘El Dubái’, de La Concordia, con todas las cerraduras puestas por dentro, golpeó varias veces y nadie le contestó, el fuerte olor nauseabundo que salía del interior de la vivienda, le preocupó por eso fue a avisar de la novedad a los vecinos del sector.

Una de las vecinas, fue la que decidió llamar a la Policía y al Cuerpo de Bomberos; con disposición del agente Fiscal de turno, los agentes policiales y miembros de la casaca roja ingresaron a la vivienda por un patio lateral, ahí encontraron el cuerpo de octogenario en estado de descomposición.

Vivía solo

“El anciano estaba desnudo sobre una cama, a lo mejor se infartó luego de bañarse, porque la puerta del baño estaba abierta, y la ropa que supuestamente se iba a poner estaba en un lado de su cama, por el grado de descomposición, se presume que llevaba más de tres días muerto”, indicó un gendarme.

Verónica C., vecina del sector, dijo que la última vez que lo vio con vida al octogenario, fue la mañana del viernes. “El anciano vivía solo, rara vez venían sus hijos a visitarlo, porque ellos residen en otras ciudades, todas las mañanas oraba en alta voz y luego salía a caminar, él mismo se preparaba los alimentos”, comentó la vecina.

Patricio Layedra, hijo del anciano, se comunicó telefónicamente con la Policía, desde Macas, Morona Santiago, donde vive, manifestó que su padre recientemente había sido intervenido quirúrgicamente por una dolencia, además se resistía a irse a vivir con sus familiares.