Hay mucha tela por cortar

La corrupción nos pesa como una carga abrumadora que los ecuatorianos llevaremos encima por mucho tiempo. Apenas comienzan a develarse los “negocios” turbios no solo en obras públicas, sino también en el sector privado. Hay quien confiesa que no sabe cómo llegaron varios millones de dólares a sus cuentas y otros a los que se les logra incautar unos pocos miles, cuando se presume que se esconde millones.

Esa tragicomedia la protagonizan operadores de justicia a los que, para llegar a esos resultados, el Estado tuvo que pagarles montos que superan lo que han logrado que los implicados en esos escándalos devuelvan. Panamá, Hong Kong o Bahamas aparecen como los escondites de elección de lo mal habido; sin embargo, otros paraísos fiscales ni siquiera se mencionan. ¿Dónde ocultaron sus robos Batista, los Somoza o Pinochet?

Recordemos que, en el caso Odebrecht, en Brasil 10 mil millones de dólares se regresaron al fisco, se produjeron miles de allanamientos, centenares de condenas en primera instancia, 1.000 millones bloqueados por la justicia, y el procesamiento y encarcelamiento de funcionarios, políticos y ejecutivos. En Perú y Argentina no ha sido menor el “terremoto”. En los tres países varios expresidentes están acusados de corrupción.

No se avizora en Ecuador un final a todo este embrollo de corrupción del que, desgraciadamente, no se conoce bien el tronco y el destino de lo robado. ¿Qué hay respecto a funcionarios y exfuncionarios de todos los poderes del Estado, o los gobiernos provinciales y municipales? Aquí hay mucha tela por cortar y muy pocos dispuestos a hacerlo.


Los impuestos se percibirán de acuerdo a la capacidad de pago. Ese es el único principio”. Franklin Roosevelt Expresidente estadounidense (1882-1945)

El pensamiento está libre de impuestos”. Martín Lutero Teólogo y reformador religioso alemán (1483-1546)