VPH: Las vacunas que evitan el cáncer de cuello uterino

CONOZCA. El VPH puede causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Existen más de 200 tipos de virus.
CONOZCA. El VPH puede causar verrugas en diferentes partes del cuerpo. Existen más de 200 tipos de virus.

En el país existen la tetravalente y la pentavalente, que se aplican de forma gratuita en los centros de salud pública.

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es el responsable del 70% de los casos de cáncer de cuello de útero, considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el tercero más frecuente entre las mujeres de América Latina y el Caribe, y que ha ocasionado la muerte de más de 28 mil mujeres.
Pero se lo puede prevenir, señala Sharon Naranjo, ginecóloga del Hospital Carlos Andrade Marín. Los tamizajes anuales, el tratamiento de las lesiones precancerosas cuando se las encuentra a tiempo y la vacunación contra el VPH en niñas y niños de 9 a 12 años y en mujeres de 15 a 26 años que hayan iniciado o no una vida sexual activa, pueden evitar casos nuevos y muertes.
El VPH es el virus de transmisión sexual más frecuente a escala mundial. El 70% de las mujeres con vida sexual activa alguna vez en su vida han tenido contacto con el virus, aseguró la especialista.

Prevención
La idea de la vacuna es proteger a los niños que aún no tienen vida sexual y prevenir en ellos el contagio y el desarrollo del cáncer. El mismo resultado se obtendrá en mujeres de 15 a 26 años que no han iniciado una vida sexual y si ya lo han hecho que no se hayan contagiado con el VPH. Pero si esa mujer ya tiene el virus, la vacuna ayudará a disminuir el efecto que el virus pueda causarle.

Según informó el Ministerio de Salud Pública, en los centros de salud tipo A, B y C se aplica de forma gratuita la vacuna del VPH a niñas de 9 años. Son dos dosis: la primera al momento de la captación y la segunda dosis a los 6 meses. Esto ha permitido que en 2018 se apliquen 152.304 vacunas en primeras dosis y 139.245 en segundas dosis.

La ginecóloga Naranjo explica que hay alrededor de 200 genotipos del VPH, de los cuales las cepas 16 y 18 son las causantes de los cánceres de cuello uterino, y que las vacunas que se aplican en el país cubren estas cepas, más las 31, 33, 45, 52 y 58, que son de peligro, así como las más comunes: la 6 y la 11, las responsables de las verrugas genitales y los condilomas. La especialista insiste en incluir a los niños en la vacunación porque, aunque las lesiones son mas frecuentes en las mujeres, los hombres son portadores asintomáticos y también tienen un cierto porcentaje de desarrollar un cáncer de pene a consecuencia del VPH.

La educación influye
La OMS asegura que la educación es importante y de ello se hace eco Naranjo. Ella considera que hombres y mujeres deben conocer las consecuencias del VPH y saber prevenirlo con el tamizaje en toda mujer que haya empezado su actividad sexual.

Para no llegar al cáncer está la educación desde niñas y saber que si ya hay una vida sexual activa tienen que someterse a controles médicos de forma anual. Pero también hay que educar a los padres y madres para que faciliten la vacunación de sus hijos, sabiendo que esto les podría salvar la vida. (CM)

Las disponibles
° Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina y el Caribe la vacuna contra el VPH está disponible en 35 países y territorios.
Sin embargo, en la mayoría de ellos la tasa de cobertura con las dos dosis aún no alcanza a la meta del 80% de las niñas.

Por otro lado, existen brechas de acceso a los servicios de tamizaje y tratamiento de las lesiones precancerosas, y la cobertura de tamizaje no llega a la meta de 70% de las mujeres de entre 30 y 49 años.

Se estima que al menos 32 millones de mujeres necesitan realizarse la prueba de detección del cáncer cervicouterino en la región.

El protocolo de tamizaje
° Cuando una mujer asiste a una consulta es sometida a una citología vaginal (Papanicolau).

También se le hacen pruebas para diagnosticar el VPH, entre ellas el PCR y la colposcopia, que son exámenes que conducen a detectar lesiones precursoras, informa la ginecóloga Sharon Naranjo.

En cuanto a las vacunas, manifiesta que la primera dosis en las niñas y niños se la aplica en el día cero, la segunda entre los seis y 12 meses.

Mientras que para las mujeres de entre 15 y 26 años e incluso hasta las que tienen 45 son tres dosis: la primera en el día cero, la segunda a los dos meses y la tercera a los seis meses después de la primera dosis.