Diego Rivadeneira
Considero que es el mes más ajetreado del año para los políticos y el más estresante y bullicioso para la ciudad, por donde veamos encontramos: altoparlantes, gigantografías, vallas, banderas y todo tipo de publicidad asfixiante.
El cuadro es repetitivo, la foto del candidato con su nombre más un lema simplón y nada más, pero lo que no veo es una propuesta concreta y viable de convertir a Santo Domingo en una ciudad y dejar de ser un pueblo, si, un pueblo sin agua, sin calles asfaltadas, sin espacios agradables de esparcimiento el fin de semana, más que caminar por el Centro Comercial ó ir a un balneario, ambos de manos privadas.
Falta un parque La Carolina, un parque Samanes, un parque Metropolitano, hay espacios por doquier para lograrlo, pero reina de forma egoísta el lucro personal y no el bienestar general.
El sector empresarial está creciendo ¿ya tienen en planos por lo menos un Parque Industrial?
El anillo Vial está quedando corto, ¿qué planes de descongestión tienen?
La basura nos inunda, ¿qué ideas de tratamiento ofrecen?
El parque automotor crece, ¿cuántos días necesito para matricular mi vehículo?
El comercio informal nos ahoga, ¿qué promete para regenerar el centro?
El Río Pove agoniza, ¿lo dejará morir o intentará salvarlo?
¿Y qué propone en el deporte?, somos la cuarta ciudad y no tenemos ninguna representatividad en el fútbol profesional.
Aquel postulante que regala cosas para que lo sigan, no es un líder, es un comerciante de la política. Solo gozamos de candidatos reciclados, mismas caras, pura demagogia, nada de fondo.
Hasta ahora mi voto es nulo.
Diego E. Rivadeneira H.