Las calles aledañas a los recintos electorales de Santo Domingo fueron escogidas por varios comerciantes autónomos para vender diversas mercaderías.
La mayoría pensó que el proceso democrático iba a movilizar el comercio en la urbe santodomingueña, pero no a todos les fue bien. “No hay ventas y creo que esto es a nivel general porque el pueblo no tiene plata”, dijo Gabriel Ponce, quien ofertaba prendas íntimas.
En la intersección de la avenida Quito y Río Blanco se instaron varios puestos de ropa, paraguas y bisuterías, pero la mayoría de personas se limitaban observar mientras caminaban hacia una unidad educativa del sector para cumplir con el sufragio.
Ángel García llegó a este lugar con licras y camisetas, pensando que las iba vender de manera rápida. Lastimosamente hasta las 15:00 tan solo había comercializado el 20% de su mercadería “pocas prendas han sido compradas, no hubo el mismo movimiento de elecciones pasadas”.
Luis Moya empujó su carreta por varios recintos electorales para ofertar medias y bóxer, pero en ninguno le fue bien “por más que uno ofrezca barato la gente no quiere comprar. (JD)