Según el FMI, Ecuador requiere una reforma laboral que ayude a reducir la informalidad y fomente el empleo, retirando las restricciones actuales que dan menos oportunidades a quienes no tienen un empleo. Sugiere “disminuir gradualmente los costos implícitos de contratación”, revisar derechos asociados al contrato de trabajo para el crecimiento de pequeñas y medianas empresas. Propone dirigir las reformas a las mujeres y los jóvenes, y efectuar un “cuidadoso reajuste de la masa salarial” con “decisiones prudentes en la renovación de contratos ocasionales”. ¿Con qué informes? No existen estudios de la informalidad, del trabajador autónomo y de pequeñas y medianas empresas. Mientras en la Comisión de la Asamblea Nacional se discute un nuevo cuerpo laboral, un grupo de trabajadores aprueba reformas parches del Ejecutivo, contrapuestas al proyecto. Es evidente la división entre los trabajadores y el divorcio con los empleadores, incluido el Estado. El nuevo Código no contempla los cambios aprobados por la Corte Constitucional sobre las enmiendas laborales. Tiene vacíos jurídicos, no hay armonía con las reformas que se “socializan” sobre la Seguridad Social, tema vinculante con las reformas laborales.
Dr. Manuel Posso Zumárraga
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