Empleado fallece tras finalizar el turno de trabajo en Santo Domingo

Luto. Los parientes de ‘Japón’ indicaron que él no tenía ningún problema de salud, además, era una familia muy armoniosa.
Luto. Los parientes de ‘Japón’ indicaron que él no tenía ningún problema de salud, además, era una familia muy armoniosa.

Alfredo Japón salió de su casa como cada día para trabajar. Se despidió de su esposa, Inés Garay, y de sus hijas y cumplió su jornada laboral con normalidad. A las 00:00 de ayer finalizó su turno en Epacem, empresa en la que ofreció sus servicios durante 33 años de su vida, como operador de la fraccionadora y habló con su familia.

“Ya estamos todos aquí esperándote. Solo faltas tú”, fueron las palabras que por teléfono le dijo su esposa pasadas las 23:00. Entonces ‘Japón’, como todos los conocían cariñosamente, subió a la buseta con sus demás compañeros de labores y partió a casa.

Como cada noche, las bromas amenizaron el recorrido. Se rieron, recordaron momentos chistosos y luego todo quedó en silencio. De un momento a otro se escuchó un quejido, era el último aliento de vida de ‘Japón’.

Repentino

Sus compañeros lo miraron y pensaron que estaba dormido. Trataron de despertarlo pero al tocarlo, su mano se desplomó y quedó inmóvil. Asustados, se comunicaron con su esposa y le dijeron que estuviera lista, para llevarlo al hospital porque al parecer no estaba bien.

Pero la tristeza se apoderó de la mujer, con quien el operario de máquina de Epacem habría compartido 26 años de vida, 24 de matrimonio. El hombre ya estaba muerto.

“Lo toqué, estaba muy frío. Mi hija no le sintió el pulso, no entiendo qué sucedió ni cómo pasó. Mi esposo ya no regresó a casa”, lamentó entre lágrimas ayer.

El cadáver fue trasladado en un primer momento hacia el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, donde confirmaron la fatal noticia. De ahí lo llevaron hasta el Centro de Investigaciones Forenses, donde ayer pasado el mediodía sus parientes lo retiraron.

El velatorio será en su casa, ubicada en el kilómetro 4 de la vía a Quevedo. Tras su muerte, quedan tres hijos en la orfandad, entre ellos, una menor de 13 años. (ARR)

EL DATO

Se presume que la causa de muerte sería un ataque al corazón.