Imparable

EUFORIA. La celebración de Egloff en el pico del Denali, Alaska. Foto de Movistar Ecuador.
EUFORIA. La celebración de Egloff en el pico del Denali, Alaska. Foto de Movistar Ecuador.

Después de romper la marca de ascenso y descenso del Depali, en Alaska, Karl Egloff ya está concentrado en las tres montañas que le restan para cumplir su objetivo. El quiteño se siente en un gran estado físico y mental. Su familia es su motivación y quiere pasar tiempo con ellos cuando se retire.

Crecer en la altura
Karl Egloff nació en Quito, hijo de padre suizo y madre ambateña. A él le molesta que en las redes sociales lo menosprecien por tener nombre y apellidos extranjeros.

“A mí me han visto como extranjero toda la vida a pesar de que crecí aquí. La gente cuestiona mi nombre hasta el día de hoy”, comentó Egloff.

Sin embargo, crecer en la altura fue una ventaja para sus objetivos. Un deportólogo le había dicho que un ser humano no puede correr después de los 5.000 metros de altura. Sin embargo, sus condiciones físicas le permitieron conquistar el Aconcagua a los 7.000 metros.

El mayor desafío
Para Egloff, el ascenso y descenso del Denali fue el reto más difícil de su carrera. Si bien el quiteño tiene planeado subir al monte Everest, la elevación más alta del planeta, él explica que las condiciones climáticas en Alaska lo vuelve el reto más exigente que ha tenido que enfrentar.

Además, Egloff tuvo que esperar, al pie de la montaña, el día idóneo para realizar el récord. Él comenta que esta espera fue la parte más exasperante de su aventura.

“Durante esta época hay 24 horas de luz (en Alaska), por lo que fue difícil pernoctar. Leímos tres libros, vimos diez películas. La espera fue insoportable”, indicó el deportista.

Su motivación
Nicolás Miranda acompañó a Egloff en su hazaña al Nepali. El guía ha sido fundamental para los logros conseguidos del quiteño y fue él quien lo inició en el montañismo.

Después de lograr los récords en el Kilimanjaro y el Aconcagua, Egloff y Miranda se propusieron romper las marcas en cada continente.

“Lo que más me motiva de este proyecto es conocer esos lugares tan increíbles. Uno de los deseos más grandes que tiene el ser humano es conocer el mundo”, explicó Egloff.

Además, el deportista indica que su familia es la motivación más importante para continuar en su aventura.

“Verle a los ojos a mi hijo todos los días, contarle historias, que no se me acaben”, mencionó emocionado el quiteño.

Expectativas a futuro
Aparte de las tres montañas que restan en su reto de los ‘Seven Summits’, Egloff competirá en carreras de ‘trail’ como es la ‘Golden Trail Series’, la más importante del mundo.

El quiteño sabe que después de conseguir sus objetivos en montañismo, él deberá retirarse del deporte. Sin embargo, Egloff no le tiene miedo a esta etapa, ya que quiere concentrarse en más proyectos personales.

“Estoy muy ansioso. Tengo una empresa, una familia, un respaldo. Tengo muchas cosas que he querido hacer y no lo he podido. Cosas así que ya tendré tiempo para hacerlas”, comentó el quiteño, que además piensa correr el ‘Huairasinchi’. (FN)

FRASE

A mí me motiva despertarme todos los días con pasión”. Karl Egloff montañista ecuatoriano