Yaritza, nombre protegido, es una chica que se dedica hace varios años a la prostitución, prefiere no hablar de cómo se involucró en este mundo, sin embargo expresa que ha trabajado en centros de tolerancia y en las calles.
Como muchas prefieren las calles porque pueden manejar su tiempo, la mayoría son madres de niños pequeños y deben llevarlos a la escuela y alimentarlos. Ella por ejemplo, en la mañana lleva a sus niños a la escuela luego va a trabajar en el sector del parque central, después retira a sus pequeños de la escuela, los acompaña a la casa y sale de nuevo a trabajar, comenta que esto no lo puede hacer en un centro de tolerancia.
Reubicación
El alcalde de Santo Domingo, Wilson Erazo, expresó que no se puede seguir ejerciendo este trabajo en las calles pero que las chicas se merecen respeto y por eso se busca que en los centros de tolerancia, a los que ya no se moverá de donde están, acojan a las trabajadoras sexuales.
Sobre el tema, Leticia, presidenta de la Asociación Las Barbies, manifiesta que esto es algo difícil de lograr, debido a que hay muchas mujeres que trabajan en las calles que pasan de los 40 años de edad y no tendrían cabida en los centros, sin embargo dijo que se reunirá con sus compañeras para llevar una propuesta a una reunión que espera tener con el Alcalde.
Paulina Rueda, activista por los Derechos Humanos y quien ha estado de cerca en este tema, refiere que “hay negocios donde solo cogen mujeres con medidas perfectas y que no pasen de los 30 años de edad, por eso el Alcalde debe hacer una socialización con las trabajadoras sexuales y ver cómo se les puede ayudar a que salgan de las calles”.
Rueda también comenta que desde que pueden abrir normalmente los centros de tolerancia unas 50 chicas han regresado de las calles, a trabajar a estos espacios. Sin embargo, en las calles habrían unas 300 mujeres, entre sectores como la Terminal, Parque Central, Sueño de Bolívar y la calle Ambato.
A decir de Rueda, este tema debe ser manejado “con pinzas” y llevará tiempo. Cree ella que lo ideal es tal vez que pueda haber un espacio donde las trabajadoras sexuales sean dueñas del negocio para que puedan manejar sus horarios y no pagar.
En contexto
En la anterior administración municipal la mayoría de los centros de tolerancia fueron cerrados debido a que debían ubicarse fuera del perímetro urbano, muchos estaban funcionando en la clandestinidad. Ahora, el Alcalde Erazo ha dicho que no piensa trasladar “un problema a otro lugar”, sin embargo dispuso que los propietarios de estos centros sigan trabajando donde estaban pero que no haya contaminación visual y que acojan a las trabajadoras de las calles para que no haya prostitución en los exteriores.