Bajón comercial en Alluriquín

Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.
Confianza. Los comerciantes de Alluriquín esperan que las ventas mejoren en el próximo asueto.

Las secuelas de las manifestaciones aún se sienten en la parroquia Alluriquín, donde la mayoría de comerciantes reportan pérdidas económicas que se generaron a raíz de los cierres de vías en todo el territorio ecuatoriano.

El justificativo está a la vista, pues durante 12 días no hubo flujo de vehículos por esta red estatal y como consecuencia las ventas bajaron en su totalidad. A la mayoría de personas se les dañó el producto, sobre todo los alfeñiques, melcochas y manichos.

Ramona Zambrano es una de las afectadas por esta situación “la mayoría de la mercadería se botó porque ya no estaba en condiciones para la venta al público. En mi caso la pérdida bordea los 200 dólares”.

Esperanzados

Desde el martes la actividad comenzó a retomarse, sin embargo, las utilidades todavía no solventan lo perdido. Los comerciantes ahora confían en el feriado de difuntos, pues en estos días muchas personas hacen viaje y eso mejora las ventas en el sector.

Karina Balseca prefiere voltear la página y ahora piensa en recuperarse “lo que pasó nos golpeó el bolsillo, pero confiando en Dios las cosas van a mejorar y vamos a comercializar muchas melcochas a los viajeros que suben o bajan de la sierra”. (JD)

DATO

Las melcochas y manichos fueron los productos que se dañaron con mayor facilidad.

Las secuelas de las manifestaciones aún se sienten en la parroquia Alluriquín, donde la mayoría de comerciantes reportan pérdidas económicas que se generaron a raíz de los cierres de vías en todo el territorio ecuatoriano.

El justificativo está a la vista, pues durante 12 días no hubo flujo de vehículos por esta red estatal y como consecuencia las ventas bajaron en su totalidad. A la mayoría de personas se les dañó el producto, sobre todo los alfeñiques, melcochas y manichos.

Ramona Zambrano es una de las afectadas por esta situación “la mayoría de la mercadería se botó porque ya no estaba en condiciones para la venta al público. En mi caso la pérdida bordea los 200 dólares”.

Esperanzados

Desde el martes la actividad comenzó a retomarse, sin embargo, las utilidades todavía no solventan lo perdido. Los comerciantes ahora confían en el feriado de difuntos, pues en estos días muchas personas hacen viaje y eso mejora las ventas en el sector.

Karina Balseca prefiere voltear la página y ahora piensa en recuperarse “lo que pasó nos golpeó el bolsillo, pero confiando en Dios las cosas van a mejorar y vamos a comercializar muchas melcochas a los viajeros que suben o bajan de la sierra”. (JD)

DATO

Las melcochas y manichos fueron los productos que se dañaron con mayor facilidad.

Las secuelas de las manifestaciones aún se sienten en la parroquia Alluriquín, donde la mayoría de comerciantes reportan pérdidas económicas que se generaron a raíz de los cierres de vías en todo el territorio ecuatoriano.

El justificativo está a la vista, pues durante 12 días no hubo flujo de vehículos por esta red estatal y como consecuencia las ventas bajaron en su totalidad. A la mayoría de personas se les dañó el producto, sobre todo los alfeñiques, melcochas y manichos.

Ramona Zambrano es una de las afectadas por esta situación “la mayoría de la mercadería se botó porque ya no estaba en condiciones para la venta al público. En mi caso la pérdida bordea los 200 dólares”.

Esperanzados

Desde el martes la actividad comenzó a retomarse, sin embargo, las utilidades todavía no solventan lo perdido. Los comerciantes ahora confían en el feriado de difuntos, pues en estos días muchas personas hacen viaje y eso mejora las ventas en el sector.

Karina Balseca prefiere voltear la página y ahora piensa en recuperarse “lo que pasó nos golpeó el bolsillo, pero confiando en Dios las cosas van a mejorar y vamos a comercializar muchas melcochas a los viajeros que suben o bajan de la sierra”. (JD)

DATO

Las melcochas y manichos fueron los productos que se dañaron con mayor facilidad.

Las secuelas de las manifestaciones aún se sienten en la parroquia Alluriquín, donde la mayoría de comerciantes reportan pérdidas económicas que se generaron a raíz de los cierres de vías en todo el territorio ecuatoriano.

El justificativo está a la vista, pues durante 12 días no hubo flujo de vehículos por esta red estatal y como consecuencia las ventas bajaron en su totalidad. A la mayoría de personas se les dañó el producto, sobre todo los alfeñiques, melcochas y manichos.

Ramona Zambrano es una de las afectadas por esta situación “la mayoría de la mercadería se botó porque ya no estaba en condiciones para la venta al público. En mi caso la pérdida bordea los 200 dólares”.

Esperanzados

Desde el martes la actividad comenzó a retomarse, sin embargo, las utilidades todavía no solventan lo perdido. Los comerciantes ahora confían en el feriado de difuntos, pues en estos días muchas personas hacen viaje y eso mejora las ventas en el sector.

Karina Balseca prefiere voltear la página y ahora piensa en recuperarse “lo que pasó nos golpeó el bolsillo, pero confiando en Dios las cosas van a mejorar y vamos a comercializar muchas melcochas a los viajeros que suben o bajan de la sierra”. (JD)

DATO

Las melcochas y manichos fueron los productos que se dañaron con mayor facilidad.