En el patio de la escuela, en las calles de su casa, o en la canchas de su club, Mateo Alexander Noroña juega a ser estrella del fútbol, el niño de 6 años se convirtió en el mejor deportista de este 2019 de la escuela de Liga de Quito en Santo Domingo. “Me gusta divertirme con mis compañeros y anotar los goles”, dijo el pequeño.
Su posición es en la delantera, es veloz, y pude hacer remates importantes que más de una vez han servido para dar alegrías a todo el equipo en los campeonatos locales que no se los pierde así esté enfermo. “Mi mamá me dijo que no podía jugar porque estaba con fiebre pero no lo hice caso, y metí un gol estando enfermo”, contó.
Su rutina empieza rumbo a la escuela, donde aprovecha los recreos para mover el balón. Por las tardes luego de terminar sus deberes entrena con la categoría Sub 5-6 años del equipo albo del cual es hincha, hace una pausa para continuar aprendiendo de los chicos de la sub 8-10 años, dice no cansarse de jugar.
En casa le gusta ver programas deportivos, a su corta edad sabe distinguir a los jugadores de los equipos latinoamericanos, y españoles, así escuchó hablar de Messi uno de los mejore del mundo quién es su ejemplo a seguir. (DA)
En el patio de la escuela, en las calles de su casa, o en la canchas de su club, Mateo Alexander Noroña juega a ser estrella del fútbol, el niño de 6 años se convirtió en el mejor deportista de este 2019 de la escuela de Liga de Quito en Santo Domingo. “Me gusta divertirme con mis compañeros y anotar los goles”, dijo el pequeño.
Su posición es en la delantera, es veloz, y pude hacer remates importantes que más de una vez han servido para dar alegrías a todo el equipo en los campeonatos locales que no se los pierde así esté enfermo. “Mi mamá me dijo que no podía jugar porque estaba con fiebre pero no lo hice caso, y metí un gol estando enfermo”, contó.
Su rutina empieza rumbo a la escuela, donde aprovecha los recreos para mover el balón. Por las tardes luego de terminar sus deberes entrena con la categoría Sub 5-6 años del equipo albo del cual es hincha, hace una pausa para continuar aprendiendo de los chicos de la sub 8-10 años, dice no cansarse de jugar.
En casa le gusta ver programas deportivos, a su corta edad sabe distinguir a los jugadores de los equipos latinoamericanos, y españoles, así escuchó hablar de Messi uno de los mejore del mundo quién es su ejemplo a seguir. (DA)
En el patio de la escuela, en las calles de su casa, o en la canchas de su club, Mateo Alexander Noroña juega a ser estrella del fútbol, el niño de 6 años se convirtió en el mejor deportista de este 2019 de la escuela de Liga de Quito en Santo Domingo. “Me gusta divertirme con mis compañeros y anotar los goles”, dijo el pequeño.
Su posición es en la delantera, es veloz, y pude hacer remates importantes que más de una vez han servido para dar alegrías a todo el equipo en los campeonatos locales que no se los pierde así esté enfermo. “Mi mamá me dijo que no podía jugar porque estaba con fiebre pero no lo hice caso, y metí un gol estando enfermo”, contó.
Su rutina empieza rumbo a la escuela, donde aprovecha los recreos para mover el balón. Por las tardes luego de terminar sus deberes entrena con la categoría Sub 5-6 años del equipo albo del cual es hincha, hace una pausa para continuar aprendiendo de los chicos de la sub 8-10 años, dice no cansarse de jugar.
En casa le gusta ver programas deportivos, a su corta edad sabe distinguir a los jugadores de los equipos latinoamericanos, y españoles, así escuchó hablar de Messi uno de los mejore del mundo quién es su ejemplo a seguir. (DA)
En el patio de la escuela, en las calles de su casa, o en la canchas de su club, Mateo Alexander Noroña juega a ser estrella del fútbol, el niño de 6 años se convirtió en el mejor deportista de este 2019 de la escuela de Liga de Quito en Santo Domingo. “Me gusta divertirme con mis compañeros y anotar los goles”, dijo el pequeño.
Su posición es en la delantera, es veloz, y pude hacer remates importantes que más de una vez han servido para dar alegrías a todo el equipo en los campeonatos locales que no se los pierde así esté enfermo. “Mi mamá me dijo que no podía jugar porque estaba con fiebre pero no lo hice caso, y metí un gol estando enfermo”, contó.
Su rutina empieza rumbo a la escuela, donde aprovecha los recreos para mover el balón. Por las tardes luego de terminar sus deberes entrena con la categoría Sub 5-6 años del equipo albo del cual es hincha, hace una pausa para continuar aprendiendo de los chicos de la sub 8-10 años, dice no cansarse de jugar.
En casa le gusta ver programas deportivos, a su corta edad sabe distinguir a los jugadores de los equipos latinoamericanos, y españoles, así escuchó hablar de Messi uno de los mejore del mundo quién es su ejemplo a seguir. (DA)