La idea de ‘Café en señas’ nació en Quito como un emprendimiento de inclusión en el que se apoya a personas con discapacidad auditiva. Andrea y María Eugenia Armijos son hermanas y las impulsoras de este proyecto en la provincia tsáchila. “siempre hemos tenido una filosofía impulsada con el amor al servicio y hemos querido desarrollar un proyecto que esté bajo es transfondo” dijo Andrea.
Con personal del Conadis las personas con discapacidad auditiva fueron reclutadas para trabajar en esta cafetería. Fernanda y Evelyn son las encargadas de atención al cliente. Ellas se dirigen a los comensales comunicándose con señas y dan la carta en donde está graficado cómo pedir cada cosa del menú.
Adriana es quien se encarga de la cocina dentro de la cafetería. Atienden desde las 09:00 hasta las 13:00 y de 14:00 a 18:00 aunque los días que hay talleres en el coworking se extienden los horarios.
Darío Kanyat, co fundador de Emprende Lab Coworking, se dirigió hacia los invitados que se dieron cita el sábado en la reapertura e indicó que ratifican su compromiso con la inclusión social. (JT)