Capacidad divina

JESÚS MUÑOZ DÍEZ

Los humanos somos más que animales racionales políticos o simbólicos; contamos con habilidades superiores a nuestra legítima capacidad de pensar o de valernos socialmente de una propia inteligencia emocional.

El más importante humanista de la historia, Jesucristo, nos identifica a los seres humanos como hijos de Dios-Padre, estructurados no solo con un cuerpo y una sicología animal, sino con un espíritu que nos hace personas, proporcionándonos una capacidad divina ilimitada, una visión eterna de nuestra existencia y facilitándonos vivir la fraternidad en una verdadera convivencia humano-divina, es decir una profunda experiencia mística, como la vive el mismo Cristo.

Así es la vida auténticamente humana. No tener en cuenta esta sobrenatural capacidad de relación con Dios y con nuestros próximos deshumaniza nuestra conducta, nuestras relaciones sociales; deshumaniza la política, la economía, la educación, el cuidado de la salud. Nos hace morir en vida.

Por experiencia sabemos que delante del hombre están la muerte y la vida; le será dado lo que él escoja. Si escogemos la vida descubriremos nuestras verdaderas cualidades humanas, que nos son donadas por la divina presencia que nos constituye en nuestro espíritu y nos proporciona una sabiduría divina, misteriosa, que ha permanecido oculta y que fue prevista por Dios desde antes de los siglos, para conducirnos a la gloria. Si elegimos la muerte, seremos tristes testigos de una degradación progresiva de nuestra humanidad, pudiendo estar acompañada de una sabiduría de este mundo, la de aquellos que dominan el mundo, los cuales van a quedar aniquilados por la pérdida de su condición y capacidad espiritual divina.

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