Juventud sin miedo

DIANA LUZURIAGA VERA

La juventud es la época en que el ser humano se enfrenta a un sinnúmero de retos que son determinantes para su desarrollo. Se construyen valores, se identifica una filosofía, un proyecto de vida y se asumen compromisos frente a la sociedad. En este sentido, los jóvenes son el resultado de aquello que la sociedad les ofrece, ahí radica la necesidad de que tengan acceso a condiciones favorables en educación, salud, empleo, vivienda, seguridad, espacios de participación en la vida política, económica, social y cultural, así como contar con políticas públicas estructuradas y diferenciadas.

En este escenario se entiende que el porvenir de la juventud ecuatoriana es responsabilidad de quienes administran el Estado, lamentablemente como no existe una respuesta efectiva, se ven obligados a luchar en las calles para exigir el cumplimiento de sus derechos, ejemplo de ello, semanas atrás vimos a estudiantes de varios colegios que desarrollaron plantones y movilizaciones a nivel país, solicitando cambios en el proceso de acceso a la educación superior. En Venezuela son los jóvenes los que, fundamentalmente, están haciendo tambalear a un régimen que no los representa. Moisés Naim en su artículo ¿Qué está hoy en juego en Venezuela?, dijo “si en dicho país amaneciera un nuevo día de bienestar y libertad para todos, América Latina deberá agradecérselo a los jóvenes que no han tenido miedo de enfrentar a un gobierno que ha hecho lo imposible para que le tengan miedo”.

Es que a los jóvenes no se los detiene, ni se los conquista con el miedo. A ellos les gustan los líderes que llevan la marca de la autenticidad y que dan resultados, no se identifican con cualquiera, algo que los políticos olvidan con demasiada frecuencia.

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