Obras silenciosas pero reales

Karyn Vega

La importancia y el valor real de la “solidaridad” solo se encuentran en seres humanos especiales…, no cabe duda que cada vez el sistema, el trajinar diario, la intensidad con que el tiempo pasa, etc, etc , son las mayores “ excusas” para poder defendernos ante la sociedad, de que no tenemos forma , manera, ni tiempo para hacer ayuda social de ninguna manera.

Este último año he podido comprobar a ciencia cierta, años atrás solo había escuchado… lo que un grupo de personas de diferentes condiciones sociales, de diversas edades, de múltiples criterios, de pensamientos diversos, pero encantadoramente semejantes en un solo fin : Es mejor dar que recibir, este grupo de hombres y mujeres que forman el Club Rotario Tsachila de Santo Domingo , algunos de ellos con muchísimos años en esta labor, cumpliendo semana a semana, mes a mes obras sociales “silenciosamentE”, obras extraordinariamente necesarias, talvez para muy poca población ??? por supuesto que SI. Es que entregar 14 casas equipadas, vivibles, decentes, hermosas, o 20 sillas de ruedas, o filtros de agua para decenas de familias, o construir baterías sanitarias , aulas especiales equipada para niños con capacidades diferentes , o entregar cientos de kits de limpieza para niños en barrios en extrema pobreza , en un año calendario, es sin duda alguna , cubrir una minúscula parte de las necesidades de una ciudad.

Pero lo que es necesario enfatizar, es el esfuerzo de cada integrante de este grupo de santodomingueños , con una óptica diferente de la vida, ya que para poder cumplir con cada obra, son múltiples las actividades reales que se debe realizar; tener que vender ropa en la calle, comida en el parque , boletos para eventos, es dejar el lado personal, y pensar que todos los esfuerzos, sirven para de alguna manera, retribuir a la vida.

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