Los ojos bien abiertos

El mundo está viviendo una terrible pandemia y, como sociedad, nos vemos todos avocados a poner el hombro. Pero eso no quiere decir que debamos confiar a ciegas ante las acciones de las autoridades y les demos una carta blanca para que hagan lo que quieran.

Ayer, las redes sociales se inundaron de denuncias sobre la compra de materiales para atender la emergencia, especialmente mascarillas. Denuncias que hablaban de precios gravemente elevados. Tanto ruido hicieron los usuarios de las redes, que por la tarde tuvieron que salir el Presidente del Directorio del IESS y el Secretario Anticorrupción para anunciar que se suspendían esos procesos de compra mientras se hacían las investigaciones.

Tomamos la palabra, una vez más, de quienes han prometido cero tolerancia a la corrupción y esperamos que ausculten este caso y cualquier otro que pueda devenir del Estado de Excepción con la misma insistencia con la que han indagado los maltrechos negocios del pasado.

En papeles, está bien que una Secretaría Anticorrupción salga a decir que pone la cara. Pero hay que entender también, que es un organismo creado por este Ejecutivo, que no sabemos hasta qué punto va a apuntar el reflector directamente sobre los actos de su creador. Entonces, hacemos un llamado a las instituciones cuya obligación es ser independientes: Contraloría, Fiscalía, en sus manos está el control sobre el buen uso del dinero de todos.

Que nunca vuelva a pasar aquello de aprovechar las emergencias y los tipos especiales de contratación para ensuciarse las manos. Ojalá que todo esto se aclare y que, si hay un hecho cuestionable, los responsables sean claramente identificados.