Morir de virus o de hambre

Existe información suficiente para justificar el aislamiento inicial. Hoy, Ecuador empieza su tercera semana con la medida y es hora de mirar al futuro, considerando que el miedo es siempre un mal consejero.

El estancamiento económico que causó el paro de octubre de 2019 disparó el Riesgo País, ahondó el desempleo y colapsó el mercado nacional. Esta pandemia es mucho peor, porque nos agarra en un contexto internacional recesivo, con el precio del petróleo a menos de la mitad de lo presupuestado, una paralización total de la cadena productiva y la demanda de nuestras exportaciones no petroleras aniquilada.

Exigimos al Gobierno transparencia en la información y le preguntamos: ¿cual es el plan económico para el segundo trimestre del año?, ¿cómo se va a proteger a la cadena productiva y alimenticia nacional?, ¿cómo volveremos a trabajar, gradualmente, pero con medidas de precaución?

El sector empresarial quiere saber si el Gobierno va a extender periodos de gracia para el pago de obligaciones patronales y tributarias: o se garantiza la supervivencia de la empresa privada o crecerá -aún más- el desempleo.

El pago de una porción de deuda externa la semana pasada aseguraría el acceso del país al crédito internacional. Pero, continuar con una política fiscal conservadora y no hacer todo a su alcance para ayudar a la supervivencia del sector empresarial causará la destrucción del poco empleo formal que queda y, eventualmente, del tejido social. La alternativa vendrá de la mano de la violencia y la delincuencia.

“Las criaturas del exterior miraban del cerdo al hombre y del hombre al cerdo; pero ya era imposible decir cuál era cuál”.

George Orwell

Escritor británico (1903-1950)

“Indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y esa puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”,

Pablo Neruda

Poeta chileno (1904-1973)