Encuestas 2021

El período electoral ha desplazado progresivamente del primer puesto de atención ciudadana a la emergencia sanitaria por COVID-19. En la actualidad, junto a los casos de corrupción, el debate público se centra en la gran cantidad de candidatos, favoritos, disputas partidistas, y sobre todo en las encuestas.

Que es el momento del sector indígena, que es el momento del empresario Álvaro Noboa, que llegó la victoria para Guillermo Lasso, que Correa gana en primera y segunda vuelta; en fin, encuestas y pronósticos hasta desbordar las principales fuentes de información. Sin embargo, mi pregunta es ¿y los planes de trabajo?

Hoy mucha gente ya tiene sus figuras favoritas para ocupar el Palacio de Carondelet desde mayo de 2021; las encuestas ya proyectan potenciales personajes para llegar a segunda vuelta; pero, repito, ¿y los planes de trabajo?

Me cuesta creer que en Ecuador otra vez estamos más preocupados por la figura que por su propuesta. Nos asusta ver partidos que tienen disputas entre sus líderes para definir el candidato presidencial, cuando eso debería ser lo normal e incluso adecuado en un sistema real de partidos. Parecería que otra vez vamos camino al abismo, conscientes de aquello y repitiendo la fórmula que cada 4 años condena al país.

¿Cómo define alguien su voto sin escuchar al menos el 50% del plan de trabajo de esa persona? O ¿acaso no importa lo que tengan pensado hacer?

Mientras sigamos viviendo del analfabetismo político, y votando por rostros y no por programas; Ecuador seguirá formando parte de ese “selecto grupo” de países con profundas crisis sociales; y digo “selecto” porque parece que a un porcentaje de los ecuatorianos le gustara estar ahí por su forma de votar.

Lo bueno: aún estamos a tiempo. Lo malo: ojalá lo comprendamos. Fin, por ahora.

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